Apuntes sobre la mujer en China

marzo 10, 2021

 Por: Mariana Escalante*

Para citar este artículo: Mariana Escalante, "Apuntes sobre la mujer en China", Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 10 de marzo de 2021, https://euroasiaticos.blogspot.com/2021/03/apuntes-sobre-la-mujer-en-china.html. 

 

Sobre los logros, fracasos y el largo camino por recorrer de las mujeres en China, comenzaré por mencionar que cuando se habla de este tema, comúnmente se nombran aspectos negativos: la opresión a causa del confucianismo, el Estado patriarcal, la sociedad machista, la cultura conservadora, el vendado de pies -que comenzó a desaparecer a principios del siglo XX-, los abortos selectivos y muchos etcéteras. Estas explicaciones incompletas nos hacen caer en estereotipos construidos a través del lente eurocentrista e impiden reconocer que estas realidades son, lamentablemente, universales y no exclusivas de este país asiático: el machismo, la violencia e inequidad de género son temas trágicamente cotidianos en todo el mundo.

La especificidad en China no es la violencia (como la experimentamos en países como México), sino una amalgama compleja de temas entre los que resaltan la política del hijo único, la presión social por el matrimonio y la procreación o nociones como shengnü 剩女 (mujeres sobrantes).

Mao Zedong aseguraba que las mujeres sostenían la mitad del cielo (妇女能顶半边天 funü neng ding banbiantian). Acompañó su célebre frase con la Ley de Matrimonio de 1950 modificando significativamente los derechos de las mujeres en torno a los matrimonios arreglados, equidad de género, abolición del concubinato, divorcio, entre otros temas. Al mismo tiempo, se ofreció igualdad en la participación política, en el ejército y en la industria. Los avances en la materia impulsados desde el Estado respondieron a la falta de mano de obra o la necesidad de tener un ejército más numeroso para la Revolución.


Foto: United Nations Population Fund

La política del hijo único de finales de los años 70 del siglo pasado, cuya relajación se presentó apenas en 2016, es otra muestra de la implementación de políticas estatales frente a necesidades poblacionales coyunturales con impacto en la vida de las mujeres. Propició la continuación de prácticas como abortos selectivos o infanticidios femeninos frente a la creencia popular de que los hombres cuidaban más a sus padres, mientras que las mujeres, al casarse, inevitablemente los abandonarían. Aunque exista la prohibición gubernamental a estos fenómenos y una progresiva transformación de estas creencias, es preciso notar que China sigue siendo un país en donde las costumbres, el machismo y la idea de que los hijos serán para la familia el sostén económico y mano de obra principal, se mantienen arraigados.

No es extraño que se perciba que los hombres son la esperanza de muchas familias para mejorar sus condiciones de vida, cuando aún en China la mayor parte de los empleos mejor remunerados están ocupados por ellos. No obstante, la mujer ha ido ganando terreno en materia laboral y se acerca a una distribución del empleo más equitativa. El 43.7% de las personas empleadas en el país son mujeres, de acuerdo con cifras de 2018 del Buró Nacional de Estadísticas chino. Esta cifra, aunque desigual y con sus respectivos matices en cuanto a calidad del empleo, salario, horarios y prestaciones laborales, es casi idéntica que la del mismo año en México, que correspondió al 43.2%.

En China -como en realidad sucede en casi todo el mundo-  la tradición y la presión social aún pesa de manera significativa en la vida de las mujeres. Incluso aquellas con alto nivel educativo o con una trayectoria profesional estable abandonan muchas veces sus empleos -aunque no siempre voluntariamente- por casarse y/o tener hijos. Aunque no sobra decir que la modernización ha transformado este fenómeno. El incremento de costos de vida, la incertidumbre económica y la exaltación de lo material como sinónimo de éxito han alimentado la idea de que es importante que tanto hombres como mujeres contribuyan a la economía familiar.

En este contexto, aún prevalece en el imaginario social el concepto de mujeres sobrantes (剩女 shengnü), una narrativa despectiva sobre mujeres solteras de más de 27 años. La presión de encontrar pareja y tener hijos por parte de las familias y del propio Estado (que enfrenta un grave problema de envejecimiento poblacional) persiste, a pesar de la emergencia de nuevos conceptos como 女强人 nüqiangren, o mujeres poderosas y exitosas que eligen seguir caminos propios de éxito que no necesariamente incluyen a la maternidad o el matrimonio.

Hoy en día, al menos en el discurso del presidente Xi Jinping,  el papel de la mujer en la sociedad china se visibiliza cada vez más aunque aún de manera tenue. En el discurso, se establece que la igualdad entre mujeres y hombres es una política estatal básica y que es preciso trabajar en la discriminación y la falta de inclusividad. Sin embargo, prevalece un contexto cultural conservador con pautas similares al resto del mundo en donde se perciben avances, pero insuficientes. Las únicas vías siguen siendo levantar la voz y buscar espacios de mayor representación. 

 

* Profesora-Investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM e integrante del Grupo de Estudios Sobre Eurasia.

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