Por: Edith Yazmin Montes Incin*
Corea del Sur y México[i]
A principios de marzo durante la visita
del ministro de Comercio de Corea del Sur, Yeo Han-Koo a México, y en el marco del 60 aniversario del
establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la República de
Corea, su homóloga, la secretaria de economía, Tatiana Clouthier y él acordaron
reanudar las negociaciones para un
Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países. Desde 2006, Corea del Sur ha
buscado concretar este acuerdo. Pero, en 2008 las negociaciones se estancaron y
hasta ahora parecen reanudarse. Aún sin el acuerdo comercial, Corea es el 6°
socio comercial de México a escala mundial y México el 1° de América Latina
para Corea. Entonces, ¿Por qué no se ha concretado el TLC?, ¿Qué beneficios
supone para México y Corea un acuerdo comercial? Las siguientes reflexiones
buscan responder estas preguntas.
En 2001, durante la visita de Estado
del presidente mexicano Vicente Fox a Corea, se conformó la Comisión México-Corea siglo XXI, cuyo objetivo era analizar las perspectivas de la relación
bilateral para el mediano y largo plazo y presentar estrategias específicas para
impulsar dicha relación. Posteriormente, en 2004 se estableció el Grupo Conjunto
de Expertos conformado por miembros del gobierno, empresarios y académicos de
ambos países, quienes después de seis reuniones presentaron el informe La
construcción de una Asociación Estratégica entre México y Corea para el siglo
XXI: Visión y agenda para la cooperación. El informe señalaba que un TLC
entre ambos países sería benéfico para profundizar el acercamiento y fomentar
la cooperación.
Entre 2005 y 2006 se optó por
negociar un Acuerdo Estratégico de Complementación Económica (AECE). Pero, tras
la conclusión del TLC entre Corea y Estados Unidos, México mostró interés en
negociar un TLC con el país asiático a partir de 2007. No obstante, las negociaciones se estancaron en 2008 después de
un par de rondas de diálogo. Entre las
principales razones del estancamiento de las negociaciones se encuentra la
oposición de algunos grupos del sector privado mexicano a través de
organizaciones cúpula como el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior
(COMCE) o algunas industrias como la automotriz, electrónica, metalmecánica,
siderúrgica, entre otras que percibían a Corea como una amenaza ante el mercado
norteamericano.[ii]
Asimismo, la lista de bienes primarios y manufacturas que presentó Corea para
desgravar fue insatisfactoria para México;[iii]
así como otros factores coyunturales como la crisis financiera de 2008 y
algunos vicios de origen por parte de México.
Lo que en la historia de las
relaciones México-Corea se ha descrito como “amor unilateral” se ha repetido,
una y otra vez. Como señalaba el actual embajador de la República de Corea en
México, Suh Jeong-in en una entrevista a mediados de 2021,
por medio de varios gobiernos se ha buscado consolidar el acuerdo. Pero, las
negociaciones continúan estancadas. Él y otros embajadores coreanos en
múltiples ocasiones han enfatizado en la importancia de concretar un acuerdo de
libre comercio entre ambos países. Entre los beneficios que se han destacado se
encuentran el incremento del comercio, la diversificación de productos comercializados,
así como la diversificación de sus respectivos mercados. Sin embargo, después de quince años las negociaciones no habían prosperado.
El gobierno coreano, no solo por medio de su embajada ha buscado promover la negociación del TLC. La gobernanza ha
permitido visibilizar a otros actores en la gestión de las relaciones
exteriores de los países y en México no ha sido la excepción. Los procesos de
democratización y alternancia política han posibilitado el surgimiento de
nuevas formas de vincularnos con el exterior. Tal es el caso de la diplomacia
parlamentaria. la cual refiere al entramado de relaciones formales e informales
que vincular a las Cámaras legislativas y sus miembros con el exterior.[iv]
En el caso de la relación México-Corea, algunas manifestaciones de la
diplomacia parlamentaria son la instalación del grupo de amistad México-República de Corea en abril de 2022, el establecimiento
del Día del Inmigrante Coreano en abril de 2021, o la existencia del
Seminario Permanente de Estudios Coreanos organizado por El Colegio de México y
el Senado de la República.
El gobierno coreano
también ha promovido la formalización de la relación comercial con México a
través de otras iniciativas. En julio de 2019, Corea del Sur inició las
discusiones para convertirse en miembro asociado de la Alianza del Pacífico, mecanismo multilateral conformado por Chile,
Colombia, México y Perú. Esta iniciativa surgió en razón de que Corea ya tiene acuerdos
de libre comercio con Perú, Colombia y Chile, excepto con México, por lo que
esta medida permitiría la formalización de los vínculos comerciales con este
país. Asimismo, a finales de 2021, Corea anunció sus intenciones de unirse al Tratado Integral y Progresista de
Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), además de que este mecanismo también
le permitiría expandir sus vínculos con México, el anuncio de Corea se produjo
tres meses después de que China y Taiwán también iniciarán sus procesos de
adhesión.
Si bien a lo largo de los años México y Corea han fortalecido sus vínculos políticos, comerciales y de
inversión, es una relación desigual, principalmente para México. La balanza
comercial entre ambos países es deficitaria, y aunque la inversión extranjera
proveniente de Corea ha aumentado, la de México en Corea no lo ha hecho de la
misma forma. De igual manera, mientras que en México se ubican más de 2 mil empresas
(incluidas las pequeñas y medianas empresas) coreana, la presencia de empresas
mexicanas en Corea se puede contar con los dedos de las manos. Estos rasgos nos
llevan a reflexionar sobre los verdaderos beneficios que debería implicar la
negociación del TLC, especialmente para México.
Alfonso Dingemans y César Ross señalan que en América Latina se ha
optado por la firma de acuerdos de libre comercio como un instrumento para la
diversificación de las exportaciones y el incremento del número de socios
comerciales. Sin embargo, plantean la necesidad de evaluar que tanto se
propicia la diversificación de exportaciones o si solamente es “mucho ruido y
pocas nueces” ya que ellos concluyen que los acuerdos de libre comercio por sí
mismos no garantizan un crecimiento de las exportaciones de calidad, ni tampoco
sustituyen las políticas industriales y sociales. Es decir, son una pieza
fundamental del comercio internacional, pero su existencia no supone su
utilización. Enfatizan en la necesidad de impulsar políticas industriales y
comerciales previas a la concreción de un TLC para que éste abone en dichas
políticas, de lo contrario son instrumentos de laissez faire. Pero, los
años nos han demostrado que el mercado no se regula solo y mucho menos resuelve
los problemas de crecimiento económico y desarrollo social.
Ante el reinicio de las negociaciones de un TLC entre México y Corea, estas líneas invitan a sus lectores a estar pendientes de las mismas, de prestar atención a los argumentos a favor y en contra del acuerdo comercial y, más que nada, a observar la trascendencia de los beneficios del acuerdo para México, que se perfila como uno de última generación, pues incluirá aspectos comerciales, de inversión y cooperación. Particularmente, estas reflexiones son una invitación para pensar sobre los problemas estructurales que aquejan a México y a los que tenemos que hacer frente tarde o temprano.
*Licenciada en Relaciones Internacionales por la FCPyS de la UNAM. Egresada de la maestría en Administración Pública en la Universidad Anáhuac México y miembro del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC).
Referencias
[i] César
Cantú, “TLC México-Corea podría triplicar número de bienes comercializados”, El
financiero, 26 de enero de 2022. https://www.elfinanciero.com.mx/economia/2022/01/26/tlc-mexico-corea-podria-triplicar-numero-de-bienes-comercializados/.
[ii]
Juan Felipe López Aymes, “Comercio e inversión coreana en México: el TLC
bilateral como víctima de respuestas divergentes a la crisis”, México y la
Cuenca del Pacífico, Año 14, Núm. 41, (mayo – agosto 2011): 47. http://www.mexicoylacuencadelpacifico.cucsh.udg.mx/index.php/mc/article/view/366/362
[iii]
Carlos Uscanga, “Claroscuros de la política comercial de México: la negociación
con Corea del Sur”, Comercio Exterior, Vol. 59, Núm. 8, (agosto 2009),
654. http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/129/5/RCE5.pdf
[iv] Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis, Diplomacia Parlamentaria: abordajes conceptuales y expresiones en el Reglamento de la Cámara de Diputados, Cámara de Diputados, (noviembre de 2011), 9. https://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spe/SPE-ISS-04-11.pdf