Elecciones presidenciales de la República de Corea 2025: De la ley marcial a las urnas

junio 05, 2025

 Por: Edith Yazmin Montes Incin*

Para citar este artículo: Edith Yazmin Montes Incin, “Elecciones presidenciales de la República de Corea 2025: De la ley marcial a las urnas”, Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 5 de junio de 2025. [https://euroasiaticos.blogspot.com/2025/06/elecciones-presidenciales-de-la.html]

Fuente: Elaboración propia 

Entre diciembre de 2024 y junio de 2025, Corea del Sur atravesó uno de los episodios más críticos de su historia política contemporánea. Todo comenzó el 3 de diciembre, cuando el presidente Yoon Suk-yeol declaró la ley marcial a través de un mensaje televisado, acusando a la Asamblea Nacional —controlada por la oposición progresista— de obstaculizar la gobernabilidad. La medida, respaldada por un despliegue militar que bloqueó el acceso al Parlamento, suspendió las actividades partidistas y censuró a los medios de comunicación, generó alarma y conmoción a nivel nacional como internacional.

No obstante, la reacción fue inmediata: pocas horas después, 190 legisladores —incluidos miembros del propio partido de Yoon— votaron a favor de revocar la ley marcial, lo que obligó a la retirada de las tropas y a su anulación oficial el 4 de diciembre. Aunque Yoon ofreció una disculpa pública el 7 de diciembre, defendió su decisión negando los cargos de rebelión. Posteriormente, el 14 de diciembre, la Asamblea Nacional aprobó su destitución, y el primer ministro Han Duck-soo asumió interinamente la presidencia.

El proceso judicial avanzó rápidamente. El 15 de enero, Yoon fue arrestado tras una orden emitida por el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl, lo que desencadenó violentas protestas entre sus simpatizantes. Aunque fue liberado en marzo por dudas sobre la legalidad del procedimiento, el Tribunal Constitucional confirmó su destitución el 4 de abril, lo que dio paso a la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.

El 3 de junio fue fijado como fecha para las elecciones presidenciales anticipadas. El Partido Democrático nominó al liberal Lee Jae-myung, mientras que el Partido del Poder del Pueblo, tras una serie de pugnas internas, eligió finalmente a Kim Moon-soo. La campaña estuvo marcada por un debate centrado en la restauración institucional y el futuro económico del país.

En unas elecciones sin precedentes desde 1987, el electorado optó por un cambio de gobierno tras tres años de la administración de Yoon. Lee Jae-myung, del Partido Democrático, obtuvo el 49.42% de los votos —más de 17 millones—, un récord histórico en participación electoral. Su principal rival, Kim Moon-soo, alcanzó el 41.15%, con una diferencia cercana a los 2.9 millones de votos. A pesar de que Lee no alcanzó el porcentaje previsto en las encuestas de salida (51.7%), su ventaja fue suficiente para confirmar su triunfo poco después del cierre de urnas. Otros candidatos, como Lee Jun-seok del Partido de la Nueva Reforma, Kwon Young-guk del Partido Laborista Democrático y el independiente Song Jin-ho, obtuvieron porcentajes marginales.

Las encuestas de salida de la Korean Broadcasting System (KBS) muestran contrastes notables en el perfil del electorado. Por género, Lee superó ampliamente a Kim entre las mujeres (55.1% frente a 39.2%), mientras que entre los hombres la diferencia fue menor (48.3% frente a 39.4%). Lee Jun-seok registró un mayor respaldo masculino (11.1%) en comparación con el femenino (4.3%).

Por edad, Lee fue favorito en todos los grupos hasta los 59 años, destacándose especialmente en el segmento de 40 a 49 años (72.7%) y de 50 a 59 años (69.8%). Los jóvenes de 20 a 29 años mostraron una votación dividida: los hombres repartieron su apoyo entre Jun-seok (37.2%) y Kim (36.9%), mientras que las mujeres respaldaron mayoritariamente a Lee (58.1%). Entre los votantes de 60 a 69 años hubo un empate técnico, y los mayores de 70 años favorecieron a Kim con un 64%.

En términos regionales, el voto progresista dominó en bastiones tradicionales como Gwangju (81.7%), Jeonnam (80.8%) y Jeonbuk (79.6%), así como en regiones clave como Gyeonggi (55.8%) e Incheon (53.6%). Kim obtuvo el apoyo mayoritario en zonas conservadoras como Daegu (67.5%), Gyeongbuk (64%), y en ciudades industriales como Busan y Gyeongnam. La capital, Seúl, mostró preferencia por Lee con un 49.3%. Asimismo, Lee triunfó en regiones intermedias como Chungbuk, Chungnam, Daejeon y Jeju, consolidando un respaldo transversal.

La elección se caracterizó por una participación del 79.4%, la más alta en 28 años, superando incluso la registrada en 1997, cuando fue electo Kim Dae-jung, el primer presidente progresista electo. Esta cifra incluye más de 15 millones de votos anticipados, así como sufragios de ciudadanos en el extranjero y votantes desde casa. Regiones como Gwangju, Sejong, Daegu y Seúl destacaron con una participación superior al 80%.

La victoria de Lee Jae-myung fue significativa en Busan, un tradicional bastión conservador, donde por primera vez un candidato del Partido Democrático superó el 40 % de los votos, un logro que ni siquiera alcanzaron expresidentes oriundos de la ciudad, como Roh Moo-hyun y Moon Jae-in.

A nivel internacional, medios como Reuters, CNN, AFP y BBC han resaltado la trayectoria de Lee vinculado a su origen humilde y su carrera como abogado de derechos humanos, perfil que lo diferencia de la élite política tradicional surcoreana. Su historia de superación personal, que incluye trabajos desde la infancia en una fábrica química y el sufrimiento de daños físicos, ha sido fundamental para consolidar su apoyo entre la clase trabajadora y sectores marginados.

Durante la crisis de la ley marcial, Lee se convirtió en un símbolo de resistencia democrática al desafiar abiertamente el control militar ingresando a la Asamblea Nacional, un acto que fortaleció su imagen pública. A nivel político, analistas de Bloomberg y Reuters apuntan a un giro moderado en sus propuestas, con ajustes en iniciativas como la renta básica universal. Se espera que su gobierno incremente el gasto público, promueva el desarrollo tecnológico, especialmente en inteligencia artificial, y fortalezca los derechos de los accionistas minoritarios para limitar el poder de los grandes conglomerados. Aunque Lee enfrenta investigaciones judiciales por supuestos actos de corrupción y otros escándalos, asume la presidencia con una legitimidad reforzada por su historia de vida y su contundente victoria electoral, consolidándose como una figura polémica pero central en el futuro político de Corea del Sur.

El aumento en la participación electoral durante las elecciones presidenciales anticipadas de junio de 2025 refleja el impacto inmediato de la crisis política desencadenada por la declaración de la ley marcial y la destitución del presidente Yoon Suk-yeol. Este episodio puso de manifiesto no solo la fragilidad de las instituciones surcoreanas, sino también el compromiso ciudadano con la democracia y la exigencia de un cambio real. No obstante, el contexto reciente también revela desafíos estructurales persistentes: la polarización política, los conflictos partidistas, la corrupción y el descontento social continúan siendo problemas prioritarios que la nueva administración, las élites, los partidos políticos y la sociedad en general deben enfrentar. La elección de Lee Jae-myung representa una esperanza renovada, pero al mismo tiempo impone la responsabilidad de abordar estas cuestiones de fondo para fortalecer la gobernabilidad y la democracia surcoreana.

 

Agradezco a los colegas del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC) sus aportaciones y comentarios, especialmente a Jorge Suárez por la información sobre las encuestas de salida de la KBS.

 

*Edith Yazmin Montes Incin es estudiante de la Maestría en Estudios Coreanos en la Universidad del Salvador (Argentina). Es Maestra en Administración Pública, Licenciada en Relaciones Internacionales y miembro del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC)  X: @judifloriane

 

También te podría interesar

0 comentarios

Síguenos en Facebook