El Grupo Japón-Corea de Estudio Conjunto sobre los libros de texto de Historia ¿una posible solución al problema de la memoria?
diciembre 02, 2020Para citar este artículo: Abdiel Sánchez Revilla, "El Grupo Japón-Corea de Estudio Conjunto sobre los libros de texto de Historia ¿una posible solución al problema de la memoria?" Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 2 de diciembre de 2020, https://euroasiaticos.blogspot.com/2020/12/el-grupo-japon-corea-de-estudio.html.
Una de las características más importantes del siglo XX y comienzos del siglo XXI es la aparición de una fijación casi obsesiva con la (s) memoria (s). Esta insistencia de algunas sociedades con su pasado no devela, sin embargo, un inocente intento de recuperación, sino más bien un complejo sistema de reconstrucción e invención que ha marcado la pauta del actuar en un tiempo caracterizado por la pérdida de rumbo. En esta ecuación, los gobiernos de los Estados-nación se han asumido como los únicos capaces de reconocer y salvaguardar la lucha de representaciones y prácticas involucrados en las figuras que cada sociedad hace sobre su pasado, no obstante, hay bastantes factores que permiten plantear cuestiones sobre ese postulado. En este sentido, el objetivo de esta nota es hacer una reflexión sobre las formas en las que la Guerra del Pacífico ha sido rememorada en el Este de Asia poniendo énfasis en los proyectos que han surgido dentro de la misma sociedad y que contrastan con el relato oficial que supuestamente opone los discursos de Japón y Corea del Sur respecto a su pasado.
El problema de la memoria en el Este de Asia ha conllevado, desde el final de la Guerra de los Quince Años (1931-1945), varias opiniones que desembocan en lo que el historiador Philip A. Seaton ha llamado la “interpretación ortodoxa de la historia de la historia bélica de Japón”.[1] Este discurso hace énfasis en la supuesta amnesia histórica que impide al gobierno japonés “reconocer su pasado de la misma forma como lo hizo Alemania” [2] Sin embargo, una mirada más detallada al desarrollo de este discurso ofrece una muestra de su inestabilidad demostrando que ha sido transformado a través de los años. Esta idea confirma, además, la hipótesis del historiador Michel-Ralph Trouillot cuando afirma que la importancia de un hecho histórico no deriva simplemente de su magnitud, sino que se construye por medio del discurso y de su interrelación con el poder.[3] Si el discurso que opone ferozmente a Corea y Japón deriva de su cercanía con el poder, una posible salida de esta visión oficialista puede provenir del análisis de algunos intentos no gubernamentales por analizar el pasado y buscar un entendimiento mayor del proceso conocido como la Guerra de los Quince Años. Un ejemplo de ello es el “Grupo de Estudio Conjunto de Japón y Corea sobre los libros de texto de Historia”.
Profesor Kimijima Kazuhiko en la Universidad de Seúl (2009)
Fuente:https://www.wowkorea.jp/news/korea/2009/0202/10053179.html
Este grupo nace como un proyecto académico desarrollado en conjunto por la Universidad de Kanagawa y la Universidad de Honam en el año de 1990, con el propósito de analizar los libros de texto de ambos países. Sin embargo, al final se decidió analizar los libros de texto japoneses ya que mostraban “cómo el agresor describe su agresión”. [4] El grupo de estudio conjunto se dedicó a analizar los libros de texto japoneses que se utilizaron en las escuelas en la década de 1990, aunque no sin algunos malentendidos. Por ejemplo, después de un análisis exhaustivo los historiadores coreanos exigieron al gobierno japonés que cambiara el uso de algunas palabras utilizadas en ellos, sin embargo, esto era virtualmente imposible debido al proceso de selección de los libros de texto de Japón donde el control del gobierno es indirecto y coexisten varios libros a diferencia de Corea donde el gobierno emplea un único libro de texto.[5] Una vez que los primeros malentendidos fueron superados, el proyecto continuó y se analizaron temas adyacentes al legado colonial de Corea como el problema de las Mujeres de Confort, la invasión a Corea de Toyotomi Hideyoshi (1537-1598) en 1592 y la existencia de Mimana, la colonia del reino de Yamato en la península durante el siglo V.
Al final, estos encuentros fructificaron en la transformación de varios discursos que se habían perpetrado desde el fin de la Guerra de los Quince Años. Por ejemplo, de acuerdo con el historiador Kimijima, los libros de texto de historia de Corea comenzaron a hacer énfasis en la autonomía y los intentos de resistencia más que en la opresión sufrida por parte de Japón.[6] Otra transformación importante del discurso que conllevó este grupo de estudio es una apertura cada vez más importante que acerca a los jóvenes de las dos naciones y que conllevó dejar de lado el discurso oficial que ambos países han construido sobre “el otro” y construir uno que permita el entendimiento mutuo.
El grupo de estudio conjunto dejó de reunirse oficialmente en 1994, aunque existieron algunos proyectos como la creación de un libro común de Historia para Corea y Japón que nunca llegó a concretarse debido a varios factores como la diferencia en el proceso de revisión de ambos países y los usos que cada nación da a sus libros. No obstante, salir del espejismo del discurso oficial de ambos países es una tarea que queda para los estudiosos del área de Eurasia.
* Universidad Autónoma de Querétaro
Referencias
[1] Philip A. Seaton, Japan’s contested War Memories, The Memory Rifts in Historical Conscious of World War II, Oxon, Routledge, 2007.
[2] Christophe Sabouret, “Le négationnisme japonais sřaffiche dans les publications populairesŗ”, en : Le monde, París, 31 de enero, 1998.
[3] Michel-Rolph Trouillot, Silencing the Past, Power and the Production of History, Massachusetts, Beacon Press, 1995.
[4] Kimijima Kazuhiko, “The Continuing Legacy of Japanese Colonialism: The Japan-South Korea Joint Study Group on History Text Books”, en: Laura Hein y Mark Selden (cords.), Censoring History, Citizenship and Memory in Japan, Germany and the United States, New York, East Gate Company, 2000, p. 204.
[5] Ibidem, p. 205.
[6] Ibidem, p. 219.
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