Shinzo Abe y el tema pendiente de la revisión de la Constitución

La abrupta renuncia de Shinzo Abe en agosto del año pasado, de la mano de la pandemia, parecían haber congelado el tema de la revisión de la Constitución japonesa. No obstante, el pasado 6 de mayo los secretarios generales del Partido Liberal Democrático (PLD) y del Partido Constitucional Democrático de Japón (PCDJ), gobierno y oposición respectivamente, llegaron a un acuerdo para redactar una Ley de Referéndum Nacional que facilite la realización de referéndums con el fin de enmendar la Constitución. Esta acción fue antecedida por un video mensaje del Primer Ministro Yoshihide Suga en el marco del Día de la Constitución, esto en un inusual apoyo de la revisión constitucional: aunque Suga ha considerado a la Constitución como un vergonzoso legado que les fue impuesto a los japoneses tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, la prioridad de su gobierno ha sido la de controlar los efectos de la pandemia por el COVID-19. Este cambio en la postura de Suga responde, por un lado, a la necesidad que tiene de fortalecer su posición frente a las facciones conservadoras del PLD y de la sociedad japonesa, esto en cara a las elecciones para la Cámara de Representantes que se prevé para otoño del presente año; por otro lado, este cambio puede ser atribuible también tanto a la presencia como a la influencia de Shinzo Abe.

Abe, cuya salud ha mejorado en los últimos ocho meses y quien mantuvo la revisión constitucional como una de sus principales prioridades durante su último mandato (2012-2020), ha reaparecido en el escenario político nipón como consejero para grupos de legisladores del PLD tales como el Hoshu Danketsu no Kai (Grupo de Conservadores Unidos) y el Dento to Sozo no Kai (Grupo de Tradición y Creación), así como también del Cuartel General del PLD para la Promoción de la Revisión de la Constitución. La presencia de abe ha generado especulaciones en torno a sus intenciones, las cuales oscilan entre el interés de asesorar a los grupos conservadores del partido desde detrás de bambalinas, respaldar al actual Primer Ministro Suga para fortalecer su posición, impulsar la candidatura de jóvenes políticos que sean afines a sus propios intereses políticos e, incluso, recuperar el liderazgo del PLD y convertirse de nueva cuenta en Primer Ministro; esto último es al mismo tiempo un deseo de la facción Hosoda del PLD a la que pertenecía Abe y una posibilidad ante la ausencia de perfiles jóvenes que puedan obtener el apoyo del partido en las próximas elecciones, reforzado por el indiscutible liderazgo de Abe como promotor de la revisión constitucional.

No obstante lo anterior, existen al menos dos obstáculos que podrían dificultar la consecución de este objetivo. El primero de ellos es que Abe cuenta con numerosos adversarios políticos, quienes podrían utilizar en su contra los escándalos de corrupción en los que se vio inmerso durante su anterior mandato, particularmente en relación al caso de favoritismo hacia la operadora de escuelas Moritomo Gakuen en 2017, del cual existen documentos que serán liberados al público el próximo junio. El segundo obstáculo lo representa el Primer Ministro Suga, quien podría beneficiarse de este mismo escándalo para distanciarse de Abe e intentar mantenerse en el cargo.

Conclusiones

El contexto político actual luce favorable para que Abe pueda regresar y fungir como un actor clave dentro del PLD, independientemente de qué tipo de posicionamiento esté buscando. Su liderazgo en torno al tema de la revisión de la Constitución y su papel como consejero de diversos grupos dentro del PLD le brindan una plataforma para volver a la vida política, si bien sus opciones podrían verse limitadas debido a sus opositores políticos. No obstante, e independientemente de cómo llegue a insertarse en la estructura del PLD, es probable que la influencia de Abe continúe siendo vigente en el futuro previsible.

*Candidato a Doctor en Ciencia Política y profesor de estudios japoneses en la UdeG. Miembro del GESE.