Por Guadalupe Michelle Balderas Escutia*

Para citar este artículo: Guadalupe Michelle Balderas Escutia, “El reencuentro Rusia-África en San Petersburgo”, Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 23 de agosto de 2023, [https://euroasiaticos.blogspot.com/2023/08/el-reencuentro-rusia-africa-en-la.html]

Los pasados 27 y 28 de julio se llevó a cabo una segunda cumbre que reunió a diversos jefes de Estado del continente africano y de la Federación de Rusia. Desde la primera cumbre celebrada en Sochi, Rusia en 2019, se habían propuesto metas de cooperación comercial y en educación, aunque la pandemia y sanciones económicas hacia Rusia imposibilitaron alcanzar con éxito todos los objetivos para este año.

Jefes de Estado de países africanos y de la Federación de Rusia, 2023.

 Imagen recuperada de: VOV World

La celebración de la segunda cumbre fue relevante en cuanto a la reactivación del dialogo Rusia-África y el repaso de aciertos y metas alcanzadas desde la primera reunión. En cuanto a las metas comerciales, los objetivos planteados en 2019 fueron pospuestos para ser resueltos en 2030. Aun así, se reconoció el aumento de estudiantes africanos en universidades rusas mediante el otorgamiento de más de 6000 becas y el incremento de movilidad social en general desde Rusia hacia África subsahariana.[i] Así que el motivo del reencuentro fue de cooperación en diversos ámbitos. Se habló del interés ruso en invertir en infraestructura y mercados africanos de alimentos, energía y educación, principalmente. Además, se profundizó en las necesidades africanas de seguridad en términos amplios (no solo militares), es decir, seguridad alimentaria, energética, informática y humana.

            Aunque vale decir que los acuerdos y pragmatismo que hubo a lo largo de la cumbre de San Petersburgo no fue fortuito; ya que entre la cumbre de 2019 y la de 2023, Vladimir Putin entabló acercamientos y encuentros bilaterales con al menos diecisiete jefes de Estado africanos entre los que se encuentran Burkina Faso, Burundi, Guinea-Bissau, Egipto, Zimbabue, Camerún, Comoras, República del Congo, Libia, Malí, Mozambique, Senegal, Uganda, República Centroafricana, Eritrea y Etiopía. Lo cual facilitó el dialogo y negociaciones incluso con el respaldo de la Unión Africana encabezada por el presidente de las Comoras, Azali Assoumani, así como de la Comunidad Económica de los Países de África Occidental (CEDEAO)[ii].  Y aunque conscientes del aislacionismo político existente dentro de organismos africanos hacia algunos de los Estados, uno de los objetivos expresados por Rusia es justamente reactivar su participación en estas cumbres e incitar al diálogo con los demás países africanos.

En los últimos años ha sido constante la actividad política y diplomática del gobierno ruso hacia África. Ejemplo de ello fue el anuncio de suministro gratuito de 25 a 35 mil toneladas de granos a países como Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea. O bien, acuerdos económicos regionales como la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo y la Comunidad Económica de los Estados de África Central.  

Algunos de los resultados inmediatos de la cumbre fueron una serie de documentos que plantearon compromisos y objetivos en la relación ruso-africana hacia el año 2026, año en que se espera la celebración de una tercera cumbre. Los lazos que buscan ser reforzados se enfocan en seguridad (en sentido amplio), comercio, ciencia, medio ambiente y cultura, principalmente. En consonancia a los ejes temáticos de este año enfocados en “Economía del Nuevo Mundo”, “Seguridad Integral y Desarrollo Soberano”, “Cooperación en el campo de la ciencia y la tecnología”, “Ámbito humanitario y social: juntos por una nueva calidad de vida”[iii].

Las perspectivas sobre la cumbre parecen ser vistos de manera positiva en términos generales, pues en un artículo del Nigerian Daily Trust se expresó que “África no ha olvidado la asistencia que la Unión Soviética brindó a los pueblos del continente en su lucha por la independencia nacional, contra el colonialismo, el racismo y el apartheid, señalando que hoy continúa en el rumbo de los países del continente para construir una política exterior multilateral con énfasis en el desarrollo de las relaciones con Rusia y China”[iv]

Sin embargo, la celebración de la cumbre resalta por haber sido celebrada a unos días del golpe de Estado en Níger y haber sido respaldado por Mali y Burkina Faso (dos de los Estados que más ayudas han recibido por parte del gobierno ruso y donde incluso, en el caso de Mali, el grupo Wagner se encuentra presente). Frente a dicha triada, Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal[v] se han pronunciado en contra del golpe en consonancia con Occidente. Dejando entrever nuevamente las disyuntivas políticas en el continente africano frente a países europeos y dejando en entredicho que los objetivos de paz, seguridad y desarrollo planteados para la cumbre de 2026 puedan ser alcanzados nuevamente.

 

*Maestrante y Licenciada en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Docente de la FCPyS y de Universidad Rosario Castellanos.