Reflexiones de una guerra cognodigital en Europa: junio-julio de 2023
agosto 02, 2023Por: Abdiel Hernández Mendoza*
Para citar este artículo: Abdiel Hernández Mendoza, “Reflexiones de una guerra cognodigital en Europa: junio-julio de 2023”, Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 2 de agosto de 2023, https://euroasiaticos.blogspot.com/2023/08/reflexiones-de-una-guerra-cognodigital.html
El ruido provocado por la compañía militar privada (PMC)
Wagner el 23 de junio de 2023 hizo creer que el conflicto en Ucrania daría un
vuelco a favor de Occidente, no fue así. Las razones de esto giran en torno a
la incertidumbre que, si bien es inherente a los procesos mismos de una guerra,
se exacerba cuando la información se utiliza a manera de herramienta de combate
en lo conocido como operaciones psicológicas (PsyOp, por las siglas en
inglés de Psychological Operations).
Un caso como
el que acontece forma parte de la gran urdimbre que representan las relaciones
internacionales en la tercera década del siglo XXI. No solo se trata de
conflictos simultáneos sino de procesos de reconfiguración de la guerra y de la
profundización en las causas de la crisis sistémica que el mundo experimenta.
Si bien el tema que invoca esta reflexión tiene que ver con las fuerzas
paramilitares privatizadas que luchan en nombre de los intereses de la Rusia de
Vladimir Putin, es necesario decir que tiene causas profundas y que estas son
rastreables desde el momento de la transformación de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) a la ahora capitalista Federación Rusa.
Ya siendo Rusia
capitalista, se estudiaron e incluso adoptaron algunas de las estrategias
occidentales de defensa, sobre todo después de 1995 cuando el giro ideológico
en Rusia volvió a tener un horizonte eurasista (no como el que hasta
entonces se llevaba de manera antagónica, conocido como atlantista que
reaccionaba de manera condescendiente a cualquier llamado de Occidente).
En ese
momento, Estados Unidos (EE. UU.) contaba con un experimentado ejército que,
entre otras estrategias y métodos, utilizaba las guerras de baja intensidad
(gbi’s), el colonialismo interno, la paramilitarización (Escuela de las
Américas), la privatización de su ejército (Blackwater) y entonces ya un
sofisticado complejo
científico-tecnológico-militar-industrial-financiero-médico, entre otras.
Si bien, en
ese mismo contexto existieron mecanismos de entendimiento bajo los
cuales se intentó reducir y controlar la capacidad nuclear de las principales
potencias, los intereses nacionales de estas comenzaron a formar de nueva
cuenta dos bloques, no obstante la alineación temporal resultado de los
atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington,
momento en el que se reavivó por parte de G. Bush hijo el concepto de eje
del mal y países patrocinadores de grupos terroristas.
La agenda de
seguridad internacional cambió y el terrorismo se colocó como la principal
amenaza en su jerarquización, misma que se aceptó pese a que el concepto aún se
debata en los campos teóricos de las relaciones internacionales; sin embargo,
este hecho no ocultó que de manera paralela se visualizaba una rivalidad cada vez
más marcada en el ámbito de la economía internacional. China se posicionó como
la segunda fuerza económica a nivel mundial hasta desafiar en estos momentos el
liderazgo a EE. UU.
El escenario
aún tiene más componentes, entre los que se destaca el ascenso del poderío ruso
en materia energética, a grado tal que concretó acuerdos importantes con la
Unión Europea y otras naciones en América Latina, resultando una mejor opción a
la fractura hidráulica o a los convenios que Hunter Biden (hijo de Joe
Biden) y Barack Obama comenzaron en Ucrania.
En este marco
de división mundial se propone comprender en un principio el conflicto proxy
en Ucrania para ir deshilvanando la urdimbre que representan todas las acciones
en torno a esta coyuntura; por ello, el intento de sublevación del grupo Wagner
tiene que analizarse en una escala mayor al acontecimiento de junio de 2023.
El problema en
cuestión es amplio, por lo tanto, sus posibilidades de abordaje varían según la
disciplina desde la que se quiera estudiar. Desde estas reflexiones se plantean
señales que identifican las acciones de PMC Wager y algunas de las
implicaciones derivadas de su estancia en Bielorrusia, muy cerca de Kiev, la
capital política de Ucrania.
La existencia
del PMC Wagner facilitó al gobierno ruso la obtención de información y
la ejecución de acciones militares sin contradecir a su constitución en
términos del despliegue de personal regular del ejército ruso en suelo
extranjero; desde 2013 su presencia es notoria en Ucrania, Siria, Sudán, la
República Centroafricana, Libia, Mali, Mozambique, Guinea-Bissau, Madagascar,
Zimbaue y Angola, incluso hay quien menciona a Venezuela. Este hecho representa
para Rusia un mecanismo de intervención de facto que no contrapone los
términos de jure ni los de consensu en la persecución de sus
intereses geopolíticos.
Tener presente
la ubicación del PCM Wagner en el mundo otorga más elementos a considerar en
las guerras del siglo XXI que, entre otras características aseguran posiciones,
información, intervención, sabotaje, reclutamiento, entrenamiento (para pasar a
otros teatros de operaciones), asociación, conocimiento, recursos, entre otras,
que dan fe de su estrategia en cada una de las acciones que implementan.
Así, el acto
de sedición que Evgueni Progozhin significó para Vladimir Putin la oportunidad
de reintegrar al control estatal las operaciones militares que estaban bajo la
custodia de un organismo privado, que como su naturaleza lo exige, responde a
intereses de mercado, pese a que el soporte material (capacidad bélica,
aseguramiento económico y legal) esté sustentado por el Estado.
Es de apreciar
en el análisis la capacidad de movilización mediática que siguió al acto,
colocando el nacionalismo ruso y el amor a la patria como los valores canónicos
sobre los que Wagner se movía frente a la “corrupción” y decadencia que desde
la infodemia se reproducía en torno al gobierno de V Putin, todo bajo una
narrativa que giró en torno del saber quién es el grupo “más patriota” en el
desarrollo de la guerra.
PCM Wagner
dejó ver que en un periodo muy corto es posible hacerse de reconocimiento
popular y de autonomía frente a uno de los ejércitos más grandes y poderosos
del mundo, capaz de esquivar las trabas inherentes a su histórica burocracia
militar. Sin embargo, el gobierno ruso, fiel a sus prácticas –que en ocasiones
definitivas le han garantizado victorias– decide mantener la centralidad del
poder.
Después de
unas semanas del intento de sublevación del PCM Wagner se empiezan a observar
resultados de lo ocurrido. Su (re)posicionamiento en Bielorrusia al lado del
entendimiento de E. Progozhin con Alexandr Lukashenko permite que este país
cuente con un respaldo adicional al ya otorgado por Vladimir Putin para esta
nación, el cual consta de la dotación de armamento táctico-estratégico-nuclear,
suficiente para repeler cualquier ofensiva; PCM Wagner es una herramienta de
ataque que ahora está más cercana a la capital política de Ucrania.
Es de
observarse que los movimientos militares que están ocurriendo en esta parte de
Europa se mantienen mientras las cúpulas del poder real observan los
movimientos en los precios de los recursos crítico-estratégicos, las ganancias
de las compañías asociadas a la industria armamentista y las muertes que
directas e indirectas que este conflicto ocasiona. En ese sentido, la cumbre de
la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) de julio de 2023 concluyó
con lo sabido: Rusia, China y su alianza son “los problemas” que impiden
mantener el orden internacional liderado por Estados Unidos. Ello sin olvidar
el posicionamiento antiruso de Recep Tayyip Erdogan (presidente de Turquía) con
el que inició su gira en Medio Oriente.
Mientras en
esta cumbre se deliberaba sobre cómo actualizar dicha conclusión en la arena
mediática se libraba otra batalla guiada por la inferencia de miedo al
estallido de una guerra termo-nuclear. Lo mencionado derivó del anuncio
estadounidense sobre el envío de bombas de racimo (prohibidas por la Convención
de Dublín de 2008).
Hasta aquí se
alcanzan a percibir elementos de una guerra distribuida en diferentes batallas:
actos terroristas, infodemia, intentos de golpe de Estado, desavenencias entre
las élites políticas occidentales, inyección de armamento, entrenamiento
militar improvisado, de trincheras, a distancia, digital, en fin, una de
carácter híbrido que confirma el nivel de asimetría entre la estrategia y el
armamento ruso frente a la alianza atlántica que suministra a V. Zelensky.
El 17 de julio
de 2023 se atacó el puente de Crimea en el Estrecho de Kerch, hecho que aviva
el fuego de una Guerra a largo plazo entre Eurasia y Occidente, agregando más
elementos al análisis del desarrollo de múltiples batallas en diferentes
frentes, en este caso marino y rivereño.
Sin embargo, las consecuencias de esta guerra compleja se verán reflejadas en dos eventos que se desarrollarán en el corto plazo: el fin del Acuerdo de Exportación de Granos del Mar Negro y la cumbre del bloque Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica a celebrarse en agosto de 2023 en la que pretendía participar el presidente de Francia Emmanuel Macron. Por otro lado, en el caso euroasiático se han celebrado cumbres que refuerzan el poder de convocatoria ruso en el mundo no occidental que, entre otras acciones, comienza a utilizar monedas ajenas al dólar en sus transacciones internacionales.
La resistencia
que poseemos
La red social Telegram anunció la emisión de bonos con un valor de 270 millones de dólares, esto debido a su constante crecimiento y la falta de infraestructura para mantenerlo. Esta red se posicionó como un canal más abierto frente a la censura de los medios tradicionales, aunque también presenta una puerta de acceso a la parte oculta –profunda– de Internet (Deep-web).
*Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad
Juriquilla, Miembro del Grupo de Estudios sobre Eurasia. Investigación
realizada gracias al Programa UNAM-PAPIIT <IA 300922>
Referencias:
[i] Bhadrakumar, M.K. (2023). The rise and fall of
Wagner Group’s Yevgeny Prigozhin. The African. African voices for a better
world. https://theafrican.co.za/politics/the-rise-and-fall-of-wagner-groups-yevgeny-prigozhin-962a4479-4347-4074-a441-07f911a79230/
[ii] Durov, P. (2023). Canal personal
de Telegram. Telegram, https://t.me/durov/215
[iii] Hernández Mendoza, A. (2007). La
geopolítica como factor determinante del reposicionamiento de Rusia como
potencia mundial (2000-2006). (Tesis de licenciatura). UNAM. https://tesiunam.dgb.unam.mx:443/F/9LXE71D5C21A5JBR5HS4CS3RUBY7E5YMEYBG2AU7AUYR2GE7GY-01140?func=service&doc_library=TES01&doc_number=000640778&line_number=0001&func_code=WEB-BRIEF&service_type=MEDIA%22
[iv] Hernández Mendoza, A. y Valdez
Robles, I. (2022). Ucrania y la autodeterminación de las naciones en Europa.
Intervención y Coyuntura. Revaista de Crítica Política.
[v] Narula, S. (2008). Psychological
operations (PSYOPs): A conceptual overview. Strategic Análisis, 28(1), 177-192.
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/09700160408450124
[vi] Ojeda, J. (2002). Bush y el 'eje
del mal'; Más la saga de Enron. Estudios de Política Exterior, 16(86), 14-16,
19-20. https://www.jstor.org/stable/20645239
[vii] Telegram Channel. (2023). PMC
Wagnerz. TGStat. Recuperado el 01 de agosto de 2023 de https://tgstat.com/channel/@PmcWagnerZ
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