La mediación de Catar en el conflicto palestino-israelí: los intentos por la continuación de una zona de influencia catarí en Medio Oriente
mayo 02, 2024Por: Carlos Hugo Zamarrón Romero*
Para citar
este artículo: Carlos Hugo Zamarrón Romero, “La mediación de Catar en el
conflicto palestino-israelí: los intentos por la continuación de una zona de
influencia catarí en Medio Oriente”, Blog
del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 1 de mayo de 2024, [https://euroasiaticos.blogspot.com/2024/05/la-mediacion-de-catar-en-el-conflicto.html]
A raíz de los
sucesos del 7 de octubre de 2023, donde integrantes del brazo armado de Hamas y
otros actores beligerantes emprendieron un ataque contra el régimen israelí,
las relaciones en Medio Oriente se han tensado y las posturas regionales se han
polarizado en torno a la ya antaña disputa palestino-israelí. En lo discursivo,
el mundo árabe y la umma (la comunidad musulmana) apelan a la
solidaridad étnico-religiosa y anticolonial en tanto la mayoría de los pueblos
meso orientales han sido víctimas del despojo, el orientalismo, la carga de la
otredad y la intervención en “en favor de la democracia y la libertad” que
occidente puede ofrecer, desde su narrativa, ante la “perpetua minoría de edad
política de las sociedades colonizadas”.
Museo Nacional
de Catar. Recuperado de: La Voz. Disponible en: https://www.lavoz.com.ar/deportes/futbol/la-voz-en-qatar-un-paseo-por-el-museo-nacional-de-doha/
No obstante,
en la práctica, los Estados regionales no necesariamente han materializado lo
que en el discurso enarbolan. La causa palestina es importante para el
mantenimiento de la legitimidad de los regímenes regionales, sean republicanos
o monárquicos, surgidos del panarabismo o del panislamismo, de la izquierda o
la derecha, pero en un mundo globalizado donde el flujo de capitales
internacionales puede condicionar la gobernabilidad, las élites políticas
mesuran su actuar frente al escenario en Gaza.
No obstante, en
el conjunto de las posturas y acciones que muestran cierta congruencia entre el
discurso pro-palestino y las actuaciones en favor de los habitantes de Gaza,
Catar ha mostrado un interés por fungir como mediador en el conflicto. Mientras
busca un cese inmediato al fuego sobre los gazatíes de parte de Israel, busca
ofrecer a Tel Aviv garantías para la liberación de rehenes israelíes por parte
de Hamas. [1]
La mediación
catarí forma parte de una tradición de política exterior activa que ha
atravesado de la pasividad de un Estado pequeño, en territorio y capacidades de
poder, a un actor que busca un rol protagonista en Medio Oriente. [2] Doha ha
encontrado un nicho de oportunidad para establecer relaciones que le ayuden a
construir una esfera de influencia propia a través del acercamiento a las
causas de actores no hegemónicos en el sistema internacional y regional
mediante el uso del soft power como, por ejemplo, el uso de la cadena de
televisión Al Jazeera como plataforma de difusión mediática, o el uso del hakam
(intermediación o audiencia que evoca la sunna o prácticas del
profeta Muhammad).[3]
La coyuntura
en Gaza es un escenario en el que, a través del uso discursivo e instrumental
de la identidad étnico-religiosa y su consecuente solidaridad, intenta
legitimar su rol como un líder regional flexible y abierto, una suerte de “Meca
de los desposeídos” [4] como alternativa menos polarizada y política y
confesionalmente rígida como la de los punteros meso orientales clásicos: Irán
y Arabia Saudita. La estrategia de política exterior catarí apela a establecer
una red de aliados tanto Estatales como subnacionales que permitan posicionar
al emirato como un polo de poder alterno e independiente de la hegemonía de
Riad en la Península Arábiga, misma a la que clásicamente se ha suscrito por
cuestiones de afinidad religiosa, concordancia monárquica, rentismo
gasífero-petrolero y el peso de la geografía.
Este escenario
es de particular importancia para Catar en tanto se produce en una segunda era
de activismo regional. La primera, que había tenido relativo éxito en el
contexto de los levantamientos populares árabes (popularmente conocidos como
primaveras árabes) se vio frenada en 2017 cuando Arabia Saudita, haciendo uso
de su control intrahegemónico, en palabras de Luis Dallanegra Pedraza [5],
logró aislar políticamente a Doha en el contexto de la península arábiga y
parte del Medio Oriente, obligando al emirato a retraerse y pausar su
protagonismo. El “segundo aire” de la política exterior activa catarí inicia
con el ascenso del régimen talibán en Afganistán en 2021 y sus intentos de
mediación entre la República y el renaciente Emirato afgano, aunque con éxito
moderado y cuestionable.
Ahora bien, el
primer ministro de Catar ha señalado que el emirato está reevaluando su rol
como mediador en el conflicto, [6] esto después de que las negociaciones
parecen haber llegado a un impasse derivado del ataque israelí al
consulado de Irán (relativamente cercano a Doha en términos políticos) en
Siria, las declaraciones de Benjamín Netanyahu sobre la nula disposición por un
cese al fuego y la postura de política exterior estadounidense (Washington
siendo también un socio estratégico para el emirato) que oscila entre un
respaldo absoluto a Israel y el cuestionamiento a su proceder en el conflicto
sin consultar antes a la Casa Blanca. Esta decisión pude tener dos lecturas:
por un lado, apela nuevamente al discurso instrumental de solidaridad a manera
de protesta por las continuas vejaciones a la población gazatí en favor de
intereses geopolíticos de los actores involucrados, mientras que, por el otro,
podría ser un espacio para reexaminar el curso de la estrategia de mediación y
sus alcances hasta el momento.
En el primero
de los casos, la protesta puede generar una imagen de mayor legitimidad ante la
percepción de actores regionales, particularmente aquellos subnacionales, sean
movimientos organizados o los pueblos árabes e islámicos de Medio Oriente en
general. En el segundo, es un movimiento urgente de evaluación de la eficiencia
de la estrategia de mediación en tanto no conviene al emirato de los Al Thani
salir de las negociaciones sin frutos tangibles por la intransigencia de alguna
de las partes del conflicto tal como sucedió en el escenario afgano de 2021, y
mucho menos después del desplome de sus esfuerzos activistas en el arco
temporal de las revueltas populares árabes cuando se le aisló diplomáticamente
y su principal aliado, el Egipto de Mohammed Morsi, tuvo una existencia fugaz.
Finalmente, es
importante señalar que, si bien el gobierno catarí ha mostrado un activismo
cercano a los palestinos desde el 7 de octubre de 2023, (e incluso desde mucho
antes a través de la ayuda humanitaria), lo hace con fines políticos para
interés nacional de Catar que en términos prácticos es el interés de la familia
Al Thani. Los cálculos que haga el emirato en su política exterior también
siguen de cerca los intereses del capital internacional y del complejo de
seguridad estadounidense que califican como antisemita cualquier práctica que
sea antisionista, identificando en un binomio “indisoluble” estas dos esferas
que pueden y deben mantenerse separadas. Aunque hay una acción positiva de
Catar hacia Gaza, esta no alcanza su máximo potencial de solidaridad, y por las
razones políticas aquí expuestas, posiblemente no lo haga.
*Maestro en
Relaciones Internacionales por la UAM Xochimilco. Profesor de asignatura para
las licenciaturas en Relaciones Internacionales en FES Acatlán-UNAM y en la
Universidad Rosario Castellanos. Especialista en Medio Oriente y en temas de
religión y relaciones internacionales.
**Las
opiniones son del autor y no comprometen la postura del Grupo de Estudios Sobre
Eurasia.
Fuentes
consultadas:
1. Al Jazeera (16 de enero
de 2024). Qatar announces Israel-Hamas deal for medicine and aid
to enter Gaza, Al Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2024/1/16/qatar-announces-israel-hamas-deal-for-medicine-and-aid-to-enter-gaza
3. Fromhertz,
A. (2012). Qatar: a modern history, Estados Unidos, Georgetown University
Press.
4. Roberts,
D. (201). Qatar and the Muslim Brotherhood: Pragmatism or Preference?, en Comillas
Journal of International Relations, 5. pp. 1 – 17.
5.
Dallanegra,
P. (2008). Realismo sistémico estructural. Hacia una teoría totalizadora de las
relaciones internacionales, en Reflexión Política. 19. Pp. 6 – 28.
6.
Al Jazeera (17 de abril de 2024). Qatar ‘re-evaluating’
role as mediator in Israel-Gaza truce talks, Al Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2024/4/17/qatar-says-gaza-ceasefire-talks-at-delicate-phase
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