En el contexto actual del genocidio en Gaza, el ente sionista ha intentado involucrar de manera directa a Irán al menos en un par de ocasiones, no obstante, Teherán ha desviado las posibilidades de escalar el conflicto de manera directa y abierta. El asesinato del jefe de Hamás se produce en un momento delicado para Irán, pues si bien el país de mayoría persa manifestó que habría una respuesta contundente por el asesinato, ciertamente está intentando formular una intervención que no involucre la internacionalización del conflicto, pero que al mismo tiempo no deje impune tal crimen en su territorio.

A más de diez días del ataque, Irán no ha dado una respuesta oficial, siendo una posibilidad el que no exista ánimo de atacar a Israel, incluso simbólicamente como lo hizo en abril del año en curso, cuando lanzó una demostración de misiles no tripulados contra el país ocupante en represalia por el ataque israelí contra su consulado en Damasco que dejó al menos 13 personas muertas. Esta vez, es claro que otra respuesta simbólica no disuadiría a Israel de llevar a cabo nuevos ataques en territorio iraní, mientras que una respuesta militar directa no tendría posibilidad de éxito para Teherán, pero sí repercusiones adversas a escala regional (Mpoke Bigg, 2024).

Cabe mencionar que la saliente administración estadounidense de Joe Biden ha sido una de las más alineadas con Israel de los últimos tiempos y, aparentemente, los meses finales de su mandato está dedicado a legitimar y respaldar el genocidio contra las y los palestinos.

Importante recordar que el recién presidente electo Masaoud Pezeshkian, considerado reformista, tiene el interés de aliviar los efectos del régimen de sanciones económicas occidentales, para lo cual requiere entablar nuevamente relaciones con Washington y así construir posibilidades de negociación. Un enfrentamiento directo con Israel anularía esta posibilidad, y ante un gabinete que aun no está aprobado, el mandato de Pezeshkian y la toma del poder podrían estar retrasando la respuesta iraní.

Irán no tiene intención de involucrarse directamente en una guerra de alto impacto con Israel, especialmente cuando atraviesa por una crisis de legitimidad interna que quedó de manifiesto en las protestas de 2022-2023 mejor conocidas como “Mujer, Vida, libertad”.

Por otro lado, es posible que Irán adopte medidas decisivas de manera indirecta a través de las milicias armadas a las que apoya económicamente como Hezbolá, el propio Hamás o los Houtis en Yemen, a través de las cuales podría realizar ataques estratégicos contra Israel.

Estamos frente a la estrategia israelí de internacionalizar el conflicto, puesto que el asesinato de Haniyeh se produjo unas horas después del ataque mortal contra el líder de la organización libanesa Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut. Durante los últimos meses, Israel y Hezbolá han cruzado fuego en sus fronteras, por lo que algunos funcionarios israelíes han sugerido que podría producirse una invasión de Líbano, mientras las potencias occidentales han tratado de disuadir tal decisión (Rasgon et. al., 2024).

Frente a este escenario complejo, el cese al fuego en Gaza se distancia de las posibilidades a corto plazo, pues a la potencia ocupante le ha resultado altamente redituable mantener  el fuego encendido en la región, ya sea en Líbano con Hezbolá, en Irán, en Siria y Yemen , con altas expectativas de internacionalizar del conflicto. Esto ha sido posible con gran ayuda de potencias como Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia que han otorgado respaldo militar y político a las fuerzas sionistas.

Al momento de escribir estas líneas la cifra oficial de muertos por el genocidio en Gaza rebasa las 40 mil personas, y a casi un año de iniciado el genocidio las posibilidades de cese al fuego son distantes con un Israel que busca a toda costa las tensiones en la región para prolongar esta guerra aniquiladora.

Por su parte, la respuesta iraní no será tema menor, pues será un mensaje claro de la postura del gobierno entrante a lo cual debemos permanecer atentas, puesto que no solo nos habla de la estrategia militar y diplomática, sino también nos arroja un clima político sobre las libertades y derechos de la sociedad civil iraní, así como las formas de represión y autoritarismo contra la protesta social de una población políticamente muy activa como lo ha demostrado con mayor precisión en los últimos años.

 *Profesora de la FCPYS y FFYL de la UNAM, doctoranda en Estudios Feministas y maestra en Relaciones Internacionales por la UAM-X.

Fuentes de consulta

Mpoke Bigg, Matthew. 2024. “Why Iran Has Not Yet Retaliated Against Israel for Hamas Leader’s Killing”. The New York Times. https://www.nytimes.com/2024/08/12/world/middleeast/iran-israel-retaliation-attack-explained.html?searchResultPosition=2

Rasgon, Addam et al. 2024. “Arab and Western Nations Urge Restraint as Israel-Iran Tensions Simmer”. The New York Times. https://www.nytimes.com/2024/08/07/world/middleeast/iran-israel-retaliation.html?searchResultPosition=9