Para citar este artículo: Agustín Silva García, "La participación rusa en la invasión ucraniana, ¿incompetencia o algo más?", Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 20 de julio de 2022, https://euroasiaticos.blogspot.com/2022/07/la-participacion-rusa-en-la-invasion.html 

Después de casi cinco meses desde el inicio de la “operación especial militar” rusa en territorio ucranio, el desarrollo del conflicto ha desconcertado a los especialistas por diversas razones. Por un lado, Rusia ha sido fiel al proverbio: “Nunca es tan fuerte ni tan débil como aparenta”.[i] Previamente, las fuerzas armadas rusas habían construido una imagen retratada de formidable con antecedentes exitosos, como la anexión de Crimea en 2014 o las operaciones realizadas en Siria a partir del 2015 para apoyar al gobierno de Bashar al-Ásad, además de ser capaz de mantener el statu quo en el espacio postsoviético de Asia Central.[ii] Empero, en el conflicto actual ha sorprendido su bajo desempeño en el frente, lo que ha puesto la modernización de su ejército en duda, e inclusive ciertos analistas le han atribuido el título de “tigre de papel”.[iii] Algunos casos para ejemplificar esta situación son los siguientes:

1. El convoy militar de 64 km de largo, captado por el satélite WorldView-3 al comienzo de la invasión, quedó casi inmóvil durante un periodo aproximado de ocho días en las afueras de Kiev. Hay varias hipótesis sobre su estancamiento, entre las cuales figuran problemas logísticos para abastecer a las unidades con combustible, un reagrupamiento de las fuerzas de combate o la falta de suministros de los vehículos para cruzar el terreno enlodado, saturando así el paso en las carreteras.[iv] Debido a que Ucrania carece de capacidad aérea para atacar significativamente el convoy, este logró dispersarse para proseguir con la ofensiva. Sin embargo, este error habría salido caro haciéndole frente a organizaciones o países con mayor cobertura militar,
2. El intento fallido de cruzar el Río Donets en mayo exhibió las complicaciones tácticas generalizadas del ejército al momento de avanzar sobre Ucrania. Con 550 soldados se buscaba cercar a las fuerzas ucranianas en la zona de Lysychansk. No obstante, la posición rusa desde el comienzo se encontraba vulnerable, por lo que se convirtieron en blancos fáciles al momento de realizar el cruce. Esta operación terminó causando aproximadamente 400 bajas, entre heridos y muertos, y la pérdida de 80 vehículos militares. Los analistas estadounidenses mencionan que, para llevar a cabo este tipo de acciones, se necesita de una organización adecuada consistente de cinco fases previas al cruce.[v] Debido a esto, atribuyen esta acción “precipitada” a la presión de los comandos rusos para mostrar avances en el frente; ya que asumir una misión tan riesgosa no es posible sin influencia desde arriba.

Esto sumado a reportes sobre utilización de armamento que datan de la época soviética, abandono de vehículos a causa de mal mantenimiento o falta de combustible, uso de camiones comerciales para sostener la logística de sus operaciones en el frente y un número de bajas considerable, ello en comparación a las operaciones militares previas de otras potencias actuales, ofrecen una imagen del ejército ruso degradado y desmoralizado. No obstante, este giro de eventos no se le atribuye únicamente a la parte rusa. 

La reacción ucraniana mejoró considerablemente al compararla con los eventos del 2014. Esto se puede deber a las políticas militares estadounidenses de entrenamiento y rearme que tuvieron lugar desde la toma de Crimea hasta el presente. En cierta medida, esto se relaciona con el rol que asumió para modernizar el ejército ucraniano con el fin de desgastar al máximo a su contraparte rusa en un posible enfrentamiento bélico, y así cercenar su poderío.

Avance ruso sobre territorio ucraniano[vi]

El ejército ruso continúa con sus avances a pesar de las críticas; ha tomado aproximadamente el 20% del territorio ucraniano. De hecho, en la primera semana de julio de 2022 se completó la ocupación de la República separatista de Luhansk por parte de las fuerzas rusas y prácticamente se ha hecho de los principales puertos del Mar Negro. Por lo que, mientras el tiempo avance sin haber negociones, Ucrania se encontrará en una posición de mayor desventaja.

En concreto, la Rand Corporation, uno de los think tanks más importantes de Estados Unidos (EE.UU.) publicó en 2019 el reporte: Sobrecargando a Rusia, compitiendo desde un terreno ventajoso. En esta publicación se desglosan diferentes estrategias que el gobierno estadounidense pudiese seguir con el objetivo de “sobreextender a Rusia militar o económicamente, además de provocar que el régimen pierda prestigio nacional y/o internacional”.[vii] Dentro de las medidas destacan la de “proveer de ayuda letal a Ucrania”, aunado a expresar más su apoyo a la candidatura de Ucrania para ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya que “si bien el requisito de unanimidad de la OTAN vuelve poco probable que Ucrania ingrese a la organización en el futuro, el hecho de que Washington impulse esta posibilidad podría impulsar la determinación de Ucrania y llevar a Rusia a redoblar sus esfuerzos para prevenir tal desarrollo”.[viii] Igualmente reconoce que estas medidas podrían desencadenar un contraataque ruso, “comprometiendo un mayor número de tropas y empujándolas más adentro de Ucrania, esa escalada sobrecargaría a Rusia puesto que el este de Ucrania ya es un lastre. Avanzar más solo generaría perjuicios para Rusia. Aunque, esto podría producir un número desproporcionado de bajas ucranianas, pérdidas territoriales y flujo de refugiados”.[ix] A pesar del coste que estas medidas significan para los ucranianos, EE.UU. prosiguió con la implementación gradual de iniciativas con los objetivos previamente descritos. Asimismo, esto significaba traspasar las líneas rojas advertidas por Moscú; lo que posibilitó una escalada del conflicto. En este sentido, se expondrán algunos ejemplos expuestos por el profesor John J. Mearsheimer recientemente:[x]

1. Por medio de clases, simulacros y ejercicios, la OTAN comenzó a capacitar a las tropas ucranianas. Esto abarcó desde el soldado raso hasta los ministros de defensa. Dentro de estas actividades egresaron alrededor de diez mil soldados por año desde el 2014 hasta el presente, un equivalente de ocho años. De hecho, se menciona que “el entrenamiento de las fuerzas ucranianas se había vuelto tan extenso que, a pesar de haber participado al menos ocho países de la OTAN, gran parte del entrenamiento práctico estaba a cargo de instructores ucranianos. Eso fue una señal de que Ucrania había interiorizado sus enseñanzas”.[xi] Igualmente, el ejército ucraniano participó en ejercicios conjuntos con la OTAN, diseñados “para mejorar la interoperabilidad entre países aliados y socios; además de demostrar que las unidades están preparadas para responder a cualquier crisis”.[xii] Entre ellos está la operación Sea Breeze y Rapid Trident, ambos realizados en 2021. Así, estas prácticas y reformas implementadas por la OTAN han mejorado y elevado la efectividad del ejército ucraniano.
2. También, Washington empezó a tomar medidas más proactivas respecto a Ucrania y ser más vocal a su integración a la OTAN. En particular, durante la visita de Zelensky a EE. UU, a inicios de septiembre del 2021, Biden declaró que “mantiene nuestro apoyo a las aspiraciones euro atlánticas de Ucrania.” Esto fue documentado en la Declaración conjunta sobre la asociación estratégica entre EE.UU. y Ucrania expedida después de la reunión.[xiii] Nuevamente se reitera esta postura con la firma de la Carta de Asociación Estratégica entre EE.UU. y Ucrania; ya que el segundo punto establece “un compromiso de ambas partes para implementar reformas profundas y necesarias en Ucrania para su plena integración en las instituciones europeas y euro atlánticas”.[xiv]

Además, hay que considerar el envío de armas masivo de EE.UU. y aliados a Ucrania. Esto inició con armamento ligero, pero últimamente ha migrado a equipo pesado. Con este rearme se está consiguiendo prolongar y escalar el conflicto, esto es especialmente peligroso por la capacidad nuclear de Rusia. Debido a que las guerras poseen lógicas propias es complicado rastrear su desenlace. Por el momento Ucrania ha alentado el progreso ruso. Sin embargo, es difícil imaginar un futuro en donde Kiev salga "victoriosa”. Encima, tampoco el escenario más conveniente es arrinconar a Rusia a una posición donde se vuelva impredecible o tenga que recurrir a la opción nuclear.

En conclusión, el presente trabajo buscó delinear responsabilidades de la participación rusa en el conflicto. Por un lado, es un hecho que los analistas habían sobreestimado la imagen de las fuerzas armadas rusas, pues en estos primeros meses han mostrado problemas de logísticas, de planeación, de mantenimiento, entre otros. No obstante, EE.UU. asumió un papel proactivo al modernizar al ejército ucraniano durante el periodo de la guerra híbrida, ya que estas acciones están alineadas con la intención de Washington de sobrecargar a Rusia. La implementación de estas medidas significó traspasar las líneas rojas de Moscú y ahora con la guerra como punto de inflexión en la narrativa de occidente, el resto de las estrategias establecidas en el reporte anterior están siendo puestas en marcha. Finalmente, no hay que olvidar el dolor de la guerra para los involucrados. Cada día que pasa hay más vidas truncadas, nuevos huérfanos, nuevos horrores, nuevos sufrimientos. Traumas que marcarán a una generación y envenenarán la relación entre dos pueblos que alguna vez se consideraron hermanos.

* Estudiante de tercer semestre de la licenciatura en Finanzas del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México.

Referencias