Para citar este artículo: Eduardo Tzili-Apango, "La geopolítica de las tensiones en el estrecho de Taiwán", Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 03 de agosto de 2022, https://euroasiaticos.blogspot.com/2022/08/la-geopolitica-de-las-tensiones-en-el.html. 

El 29 de julio de 2022 los presidentes de China y Estados Unidos sostuvieron su quinta reunión telefónica para dialogar sobre diversos temas de interés bilateral, como acciones para enfrentar al cambio climático, seguridad en materia de salud, lucha contra el narcotráfico, políticas macroeconómicas, cadenas globales de valor, seguridad alimentaria y energética, así como Taiwán.[i]

La reunión y la diversidad de temas refleja el interés de ambas potencias por mantener la comunicación y promover la gobernanza global integral. No obstante, la situación en Taiwán ha concentrado la atención internacional por las reportadas intenciones de Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, de viajar a la isla, manifestadas desde abril de 2022.[ii] A pesar de que en el itinerario oficial no se incluyó la visita a Taiwán –en donde Pelosi se entrevistó con legisladores, con la presidenta Tsai Ing-wen y con el presidente de la empresa TSMC, fabricante de semiconductores de mayor presencia en el mercado–, su visita expedita entre el 2 y el 3 de agosto revela varias cuestiones que es necesario puntualizar.

Primero, en coincidencia con Jiménez, la visita es relevante para la política interna de Estados Unidos, país que se encuentra en la senda de un proceso electoral en el que se renovará la Cámara de Representantes y parte del Senado.[iii] Se podría argüir que los demócratas buscan fortalecer su posición política ante un escenario con alta probabilidad de perder presencia en los órganos tomadores de decisiones. Esta acción, y el asesinato de Ayman Al Zawahiri, quien fungía como líder de Al-Qaeda, parece reflejar lo que Garduño caracteriza como la relación psicológica de los dirigentes estadounidenses con el terrorismo para incrementar la popularidad interna.[iv] Es decir, hay esfuerzos políticos de los actuales dirigentes de Estados Unidos para legitimación entre su sociedad y para fines electorales.

A lo anterior cabría añadir que la visita también es importante para la política interna de China, país que también se encuentra en la senda de un proceso político importante: los preparativos para el XX congreso del Partido Comunista de China (noviembre de 2022), en el que también habrá renovación de figuras dirigentes, pero en el que se espera atestiguar la renovación de un tercer periodo en la presidencia de Xi Jinping. Desconozco si esto fue considerado en los cálculos estratégicos estadounidenses para evaluar la pertinencia de la visita a Taiwán, aunque me atrevo a sugerir que no fue tomado mucho en cuenta pues, así como la visita a Taiwán implica un despliegue estadounidense de fuerza, el hacer respetar el principio de “una sola China” conlleva un despliegue de fuerza por parte del gobierno de Xi. De este modo, y probablemente a contracorriente de lo deseado por la dirigencia estadounidense, la visita de Pelosi a Taiwán ofrece elementos aprovechables para la dirigencia china en aras de fortalecer su legitimidad política interna.

Segundo, la visita refleja la reconfiguración de varios procesos geopolíticos regionales. Por un lado, se observa el compromiso estadounidense de continuar fortaleciendo al Indo-Pacífico, espacio clave en el viaje de Pelosi a Asia. Por otro lado, y de manera un poco contradictoria, se observa también el reconocimiento tácito de Washington de la preeminencia china en el Mar del Sur de China, espacio que, cabe recordar, es disputado por numerosos países en el este y sureste asiático, y en el que Estados Unidos ha procurado tener cierta injerencia para asegurar la “libertad de tránsito en los mares”. Al momento del traslado del sureste de Asia a Taiwán, el avión de Pelosi guardó la distancia de transitar por el Mar del Sur de China, como se observa en el mapa.

El avión más vigilado del mundo el 2 de agosto de 2022: trayecto del viaje de Pelosi a Taiwán[v]

Tercero, es notable la aseveración de Pelosi en su rueda de prensa del 3 de agosto de 2022 sobre la democracia en China: el contexto de la lucha entre la autocracia y la democracia en el mundo.[vi] Como ya he argumentado previamente, este contexto se manifiesta en la formación de las “geopolíticas de contención”, definidas como la delimitación de espacios territoriales para contener la presencia de una potencia en una región particular.[vii] Desde la ideología estadounidense, se busca construir en los imaginarios colectivos sociales mundiales las nociones de la democracia como el sistema político bueno y deseable, impulsado por Estados Unidos, y a la autocracia como el sistema político malo y condenable, impulsado por China y Rusia. Esto hace que Washington busque asegurar zonas de influencia para promover los valores democráticos y contener la presencia de china en dichas zonas. La visita a Taiwán es fiel reflejo de esta acción geopolítica.

Por lo anterior, y a manera de hipótesis a la pregunta lanzada por Aguilar,[viii] la conformación de las geopolíticas de contención y el fortalecimiento de potencias regionales permiten inferir la configuración de una estructura bi-multipolar, nueva y distinta de otros sistemas internacionales en el sentido de la existencia de múltiples polos de poder interactuantes –no carentes de tensiones–, pero con dos polos de poder dominantes: China y Estados Unidos. Esto no representa necesariamente el debilitamiento de Estados Unidos como potencia global, pero sí como potencia hegemónica ante la presencia de China. La caracterización del contexto internacional como una lucha ideológica entre democracia y autocracia, por parte de Washington, es el signo de la reacción de la pérdida de poder hegemónico estadounidense y la construcción del enemigo en China.

En suma, las tensiones en el Estrecho de Taiwán se materializan de forma geopolítica por la construcción de espacios territoriales en el mundo para fines políticos internos e internacionales de las potencias. Así como pasó con Ucrania, Taiwán en este sentido se convierte en un peón más en el tablero geopolítico mundial contemporáneo. Al momento de finalizar la redacción de este artículo numerosas acciones de represalia por parte de China ya se han dado. Es menester dar seguimiento a los procesos en esta región del mundo.

 

* Profesor-investigador de tiempo completo en el Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, integrante del Grupo de Estudios Sobre Eurasia (GESE) y estudioso de las relaciones internacionales de China.