Pronósticos geopolíticos 2023
enero 03, 2023Para citar este artículo: Eduardo Tzili-Apango, "Pronósticos geopolíticos 2023", Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 03 de enero de 2023, https://euroasiaticos.blogspot.com/2023/01/pronosticos-geopoliticos-2023.html.
¿Cuáles serán los principales escenarios geopolíticos del
2023? Para proponer contextos geopolíticos a prospectiva, es importante entender
lo que la geopolítica es. Cabe recordar
que la geopolítica no es la ciencia que estudia las implicaciones del
territorio para la política, sino un método de estudio que permite comprender las
relaciones –objetivas y subjetivas– entre espacio y política, sobre todo para escudriñar
la manera en que los agentes político-internacionales se desenvuelven a partir
de sus imaginarios geopolíticos. Como dice Cabrera-Toledo,[i]
la representación de un territorio determinado, en la mente de los agentes que
hacen política, tiene consecuencias para las dinámicas políticas dentro y fuera
de los países, por lo que no es posible ofrecer análisis serios sobre
geopolítica si no se aterriza en pensamientos geopolíticos concretos, y si no
se toma en cuenta el sesgo de dichos pensamientos.
Geopolítica[ii]
Por ejemplo, un grupo colega hasta cierto punto homónimo, el
Eurasia Group, recién publicó su
reporte sobre los principales riesgos de 2023, en el que apuntalan a “Rusia
como el más peligroso Estado paria del mundo” –es decir, enajenado del orden
mundial–,[iii]
mientras que la RANE (Risk Assistance
Network + Exchange), en su reporte de pronósticos geopolíticos para 2023
identifica a Rusia como un actor de tal poder que modifica al orden mundial
liberal.[iv]
Dependiendo el emisor de mensajes geopolíticos será el entendimiento más o
menos preciso del mundo.
Para la elaboración de este breve pronóstico me apoyé en un
texto que probablemente se volverá referencia indispensable para los analistas
de política internacional: How China Sees
the World, del ya nombrado ministro de relaciones exteriores, Qin Gang.[v]
La razón de ello yace en que Qin nos ofrece un atisbo del imaginario
geopolítico de la República Popular China, país que apuntala a ser la próxima
hegemonía mundial –recuérdese que China es el principal socio comercial del
globo (socio comercial número uno de más de 120 países) y segundo país más
poderoso, solo después de Estados Unidos.[vi]
El pensamiento en política mundial de Qin es profundamente
geopolítico, pues advierte que “justo como las cosmovisiones de las personas dan
forma a la manera en que eligen involucrarse con el mundo, lo mismo pasa con
países y partidos políticos”.[vii]
Inmediatamente después, subraya el hecho de que China ha establecido 21 zonas
piloto de libre comercio y 19 tratados de libre comercio (TLC), último lo cual
incluye al Acuerdo Económico Regional Integral (RCEP por sus siglas en inglés), el “TLC más grande del mundo”.[viii]
¿Por qué enfatizar esto? Para esto es importante explicar la noción geoestructura de poder, definida como el
“posicionamiento heterogéneo y la incursión multidimensional de los Estados en
la dimensión espacial del sistema político internacional”.[ix]
Precisamente, el énfasis de Qin de que China reproduce los
principios del sistema comercial internacional –libre comercio, TLC,
globalización– parte del posicionamiento chino en la geoestructura de poder, en
el que China como gran potencia regional busca situarse en el espectro de las
potencias primarias, en el centro del sistema-mundo capitalista y en calidad de
potencia dominante, y parte fundamental de este posicionamiento es la no
alteración del statu quo
internacional por temor a mostrarse como un Estado paria.
Es por lo anterior que Qin también expone una actitud de
víctima al decir que las tensiones en el estrecho de Taiwán o en los mares del
este y del sur de China no fueron causadas por Pekín, sino por fuerzas regionales
(Japón y los “separatistas” en el caso de Taiwán) y externas. Caso cercano es
la postura de China frente a la guerra en Ucrania, caracterizada por Qin como
un problema típico del dilema de seguridad internacional, y ante lo cual
propone lo que se podría denominar como una “solución relacional”[x]
al conflicto en Ucrania: la construcción de un marco de seguridad estrictamente
europeo y no atlántico.[xi]
Sobra señalar que, en el imaginario geopolítico de Qin, el problema en Ucrania
se debe a la identidad geopolítica atlántica de Europa, por lo cual es menester
construir una identidad más “europeísta”. El posicionamiento de China como
potencia dominante parte de su propuesta en la definición de agendas
geopolíticas fuera de Asia.
En la recta final de su texto Qin se pregunta si el mundo
avanzará hacia lo que pueda ofrecer el nuevo siglo, o si sucumbirá ante el
camino que dejó el siglo pasado –y sobre todo los problemas más recientes de la
pandemia y la desglobalización. A manera de respuesta Qin afirma que “ello
dependerá de la elección de los países, sobre todo de Estados Unidos”.[xii]
Esto es geopolíticamente relevante en la medida en que Qin busca
responsabilizar a Estados Unidos por fungir como obstáculo que podría impedir
forjar un nuevo camino, sobre todo porque la narrativa “democracias versus autoritarismos” proviene del país
norteamericano, y a decir de Qin esto provoca una fragmentación geopolítica,
pues divide al mundo en dos partes condicionadas al conflicto.
Con base en lo anterior, ¿cuál podría ser el pronóstico
geopolítico para el 2023? El primer pronóstico es el incremento de tensiones
globales a raíz de los vaivenes en los statu
quo mundiales. A nivel de estructuras mundiales, las alteraciones de los
múltiples statu quo adquieren
carácter estratégico, pues debido a las tendencias globales dichas alteraciones
afectan notablemente. Es lo que Granados denomina los “focos de tensión”.[xiii]
Un ejemplo fue la pandemia, que alteró el statu quo del comercio y la economía
internacionales al grado que se avizora una recesión mundial a raíz de las
afectaciones a las cadenas globales de suministros y a la circulación de
capitales. Otro ejemplo ha sido la guerra en Ucrania, que más que causa es
consecuencia de la alteración en el statu
quo de la situación de seguridad regional debido a la expansión de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Un ejemplo más puede ser
el reordenamiento en la correlación de fuerzas vinculadas con la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEC por sus siglas en inglés) con Arabia
Saudí a la cabeza, pues la variación en el statu
quo que supusieron los cambios en las políticas energéticas de Europa y Estados
Unidos acercaron más a Moscú –y, curiosamente, Pekín– con Riyad y los países
petroleros.
Cualquier otro pronóstico en esta línea debería considerar
las dinámicas en los statu quo internacionales.
Ante cualquier escenario geopolítico cabría entonces preguntarse ¿cuál es el
foco de tensión y por qué?
El segundo pronóstico es la consolidación de una estructura
político-mundial de tipo bi-multipolar, en el que China y Estados Unidos protagonizan
un enfrentamiento sistémico al tiempo en que otras potencias medias y regionales
configuran sus propias agendas, algunas en coincidencia con los rivales
sistémicos y otras no tanto.
Un tercer pronóstico, pero ahora a nivel de agencia
internacional, es la continuación de la declinación relativa del poder
hegemónico estadounidense, particularmente debido a la fragmentación política
interna, lo cual se puede alimentar de las elecciones intermedias de noviembre.
De verse consolidada la identidad geopolítica paneuropea, la OTAN podría
redefinir su propia identidad institucional, todo lo cual dejaría a Estados
Unidos en una posición tangencial con respecto a los asuntos europeos.
Un cuarto pronóstico es la consolidación de la posición
geopolítica rusa, misma que ya pudo conectar al heartland ruso con Crimea y mantener una suerte de empate en el
conflicto con Ucrania. A decir de la RANE,[xiv]
la búsqueda de la identidad geopolítica paneuropea implicaría presionar a Kiev
a negociar en los términos de Moscú para alcanzar la paz, lo cual supondría una
victoria relativa rusa y una derrota para la OTAN. Aunque el Eurasia Group señala la importancia de
las sanciones económicas y comerciales a Rusia, el incremento en el precio del
gas, la afectación a las sociedades en el marco del invierno y la solidez de la
economía rusa (hay reportes contradictorios sobre el asunto) hacen poco
probable la retirada rusa al mediano plazo.
Falta espacio para detallar otros pronósticos geopolíticos globales: ciberseguridad, energéticos, el fortalecimiento de la ultraderecha en Europa y de los autoritarismos en Eurasia, efectos de comicios electorales, impactos para México. Aun así, se espera poder contribuir a la identificación de líneas de análisis para comprender el mundo del 2023.
Referencias
[i] Lester
Cabrera-Toledo, “Una discusión disciplinaria y epistemológica de la geopolítica
y su aplicación al caso suramericano”, Cinta
moebio, (66), 2019, pp. 366-379, http://dx.doi.org/10.4067/s0717-554x2019000300366.
[ii] Yaron Tal, “Geopolitics &
cybersecurity are intrinsically linked. Cyber strategies must shift”, Security, 24 de agosto de 2022, https://www.securitymagazine.com/articles/98218-geopolitics-and-cybersecurity-are-intrinsically-linked-cyber-strategies-must-shift.
[iii] Eurasia Group, “Top Risks 2023”, 2023, https://www.eurasiagroup.net/issues/top-risks-2023.
[iv] RANE, “2023 Annual Forecast Preview”,
2022, https://www.globenewswire.com/news-release/2023/01/03/2582068/0/en/RANE-Releases-Annual-Geopolitical-Forecast-for-2023.html.
[v] Qin Gang, “How China Sees the
World”, The National Interest,26 de
diciembre de 2022, https://nationalinterest.org/feature/how-china-sees-world-206058.
[vi] Daniel
Morales Ruvalcaba y Alberto Rocha Valencia, “Geoestructura de poder en el
sistema político internacional: un enfoque trans-estructural”, Geopolítica(s) Revista de estudios sobre
espacio y poder, 13(1), 2022, p. 78, https://dx.doi.org/10.5209/geop.72589.
[vii] Qin Gang, “How…” óp. cit.
[viii]
Íbid.
[ix] Daniel
Morales Ruvalcaba y Alberto Rocha Valencia, “Geoestructura…”, óp. cit., p. 72
[x] Véase: Qin Yaqing, "A
relational theory of world politics", International
Studies Review, 18(1), 2016, pp. 33-47.
[xi] Qin Gang, “How…” óp. cit.
[xii] Ibíd.
[xiii]
Ulises Granados, Las Islas Spratlys:
Importancia Geo-estratégica para la Seguridad Nacional de la República Popular
China a final del siglo XX. Tesis de Maestría. Centro de Estudios de Asia y
África-El Colegio de México, 1998, p. 2.
[xiv] RANE, “2023…”,
óp. cit.
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