El 31 de marzo de 2023 se aprobó la nueva Estrategia de Política Exterior de la Federación de Rusia que remplazó a la vigente de 2016 y con la que los líderes rusos dan por terminada la etapa postsoviética por la que el Estado euroasiático pasó durante tres décadas e insertarse al reordenamiento del balance de interés y poder que resultó del impacto de la crisis en Ucrania en 2022. Por lo tanto, los documentos de 2013 y 2016 que guiaban la diplomacia rusa ya no correspondían a la actualidad. Cabe señalar que la Estrategia de 2016 se adoptó después de la reincorporación de la península de Crimea a territorio ruso cuando la relación entre Moscú y los líderes occidentales se tornaba ya en principios de conflicto.

Naturalmente, es demasiado pronto para hablar de cuán efectiva y determinante será, además del grado de adaptación a los retos que enfrente para guiar la nueva línea de la política exterior en los nuevos contornos de un orden mundial que se transforma. Esto, por supuesto, llevará tiempo. Por tanto, es más apropiado considerarla desde un punto de vista estructural y semántico, y tratar de hacer hincapié en una nueva definición que se inserta a partir de este año: Rusia como Estado-civilización para finalizar con un análisis de la práctica que ha llevado y describir los desafíos a los que se enfrentará en el reacomodo de intereses para dar paso a la construcción de un nuevo esquema de la política internacional.

Fuente: Tsargrad TV

Desde 1991 hasta la actualidad, la diplomacia rusa ha experimentado cambios significativos, tanto en el mecanismo de planificación estratégica como en la jerarquía de prioridades regionales y globales de su política exterior. En la década de 1990, la tarea principal de la Federación de Rusia era fortalecer las bases democráticas liberales de desarrollo al interior del Estado, basándose en la experiencia occidental. El discurso oficial no utilizó el concepto de interés nacional y la Estrategia de Política Exterior de 1993 no representaba un esquema de áreas prioritarias para la actividad internacional de Rusia.

Un cambio en las directrices de la política exterior se produjo después que Evgueni Primakov asumiera el cargo de Ministro de asuntos exteriores en 1996, él postuló la necesidad de avanzar a la creación de un triángulo estratégico conformado por tres Estados eurasiáticos: Rusia-China-India para generar el equilibrio global y dar paso a la multipolaridad.  Luego, sus sucesores Igor Ivanov y Serguéi Lavrov hicieron hincapié en la necesidad de diversificar las direcciones de la política exterior, tomando en cuenta los intereses nacionales de la Federación de Rusia; estas ideas quedaron consagradas desde la Estrategia de Política Exterior del año 2000 bajo el mandato de Vladimir Putin. Hasta 2016, la planificación estratégica de la diplomacia rusa se llevó a cabo sobre la base de la consolidación de metas, objetivos y las consiguientes prioridades globales y regionales. 

A partir de 2000, el planteamiento del Ministro Primakov enriqueció lo que posteriormente se conoció como Doctrina Primakov, misma que prevalece en los planteamientos y directrices de la política exterior rusa y que estableció como prioridad el rechazo de Rusia a ser un socio menor ante los líderes euroatlánticos y a la búsqueda por recuperar su lugar como potencia mundial; el apoyo por establecer el esquema multipolar en la política internacional, el desarrollo de una estrategia al exterior por vectores y a la promoción de alianzas que generaran el equilibrio estratégico que permitiera que Rusia se posicionara entre occidente y oriente; el impulso para, en su momento a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) como el componente que bajo diversos procesos sirviera para preservar la influencia en el espacio postsoviético, y la cooperación con los líderes occidentales desde una base equitativa y mutuamente benéfica que no implicasen la influencia del unilateralismo estadounidense y que impulsaran el multilateralismo.[i]

Dirección y componentes de la política exterior rusa a partir de 2023.

En el contexto de giro hacia el Este y nueva proyección en la esfera diplomática frente a las sanciones, la versión actual de la Estrategia de Política Exterior se publicó el 31 de marzo de 2023.[ii] A pesar de la similitud con el anterior, la esencia del nuevo documento es diferente dado que apareció un nuevo componente: el esquema de intereses nacionales, que refleja las ideas de Rusia sobre las tendencias a largo plazo en el desarrollo político internacional.

Esta última edición presenta diferencias con las anteriores, la principal es la proclamación de Rusia como Estado - civilización euroasiática y euro-pacífica, como uno de los centros soberanos del desarrollo mundial. Otra línea que destaca es el cumplimiento de una misión histórica para mantener el equilibrio global de poder en camino a la multipolaridad y  proporcionar las condiciones para el desarrollo pacífico y progresivo de la humanidad sobre la base de una agenda una agenda constructiva.[iii] Además de las innovaciones que presenta en diversos puntos, se destacan la construcción de una jerarquía clara de categorías de política exterior como los intereses nacionales de Rusia y sus prioridades, metas y objetivos. La innovación en el planteamiento de interés nacional en contexto de los desafíos y amenazas que enfrenta Rusia y del que surgen objetivos que, a su vez, servirán como punto de partida para establecer tareas orientadas a la práctica.

Inesperadamente para muchos, esta nueva estrategia introdujo en la circulación oficial la definición de civilización estatal; con su aparición, puede ser el comienzo de una transformación en el marco del pensamiento de la política exterior rusa. Un cambio hacia este concepto proporcionaría una dirección de pensamiento alternativa, que, no obstante, requerirá una cuidadosa elaboración intelectual. 

La aparición de esta definición en un documento oficial lleva a cuestiones fundamentales para estudiar la identidad rusa y su relación con la proyección de la política exterior. Por ejemplo: ¿Quiénes son los rusos? ¿Cuál es la naturaleza de su Estado? ¿Cuál es la visión del futuro para ellos como para el resto del mundo? ¿Cómo identificamos a sus líderes importantes? Las cuestiones de identidad son fundamentales para desarrollar el estudio de un pensamiento de política exterior. 

La dirección de las respuestas a las preguntas planteadas depende también de la elección de los conceptos en términos de los cuales Rusia como Estado importante de la política internacional se defina de ahora en adelante. El concepto de civilización estatal no debe subestimarse en cuanto a la importancia que se brinde a la Estrategia presentada a inicios de 2023, y el proceso de llevarlo de la teoría a la práctica y hasta que complete esa elaboración, el realismo sigue siendo relevante como base de la política exterior de la Federación de Rusia.

Finalmente, el gran Estado eurasiático se enfrenta al enorme reto de construir elementos de un orden mundial de transición en diversas esferas, y ante ello se debe reconocer que la ruptura del orden unipolar y el nacimiento de un nuevo esquema aún se encuentra en un punto de transición, por lo que definir el contexto de turbulencia al que asistimos desde el 24 de febrero de 2022 como un nuevo orden es adelantarse a la dinámica de reacomodo que los actores de la política internacional se encuentran redefiniendo porque el mundo entró en un periodo de constante reequilibrio, pero sin grandes avances hacia una reestructuración.

El Ministro de asuntos exteriores del Zar Alejandro II: Alexander Gorchakov, creador del primer concepto de la política exterior rusa, argumento en su momento: “A Rusia se le reprocha estar aislada y callada ante hechos que no están en armonía ni con el derecho ni con la justicia. Dicen que Rusia está enojada, Rusia no está enojada, está concentrada.”

*Candidata al grado de Doctor en Ciencias Políticas, profesora adscrita al Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y redactora invitada en la revista Ruskaiya Politologiya de la Universidad Estatal de Moscú.

Referencias: