Por: Cintli A. Cárdenas Barajas y Edith Yazmin Montes Incin* 

Para citar este artículo: Cintli A. Cárdenas Barajas y Edith Yazmin Montes, “A 10 años de las sanciones al buque norcoreano Mu Du Bong: Un episodio de los vínculos entre México y Corea del Norte”, Blog del Grupo de Estudios Sobre Eurasia, 23 de octubre de 2024, [https://euroasiaticos.blogspot.com/2024/10/a-10-anos-de-las-sanciones-al-buque.html]

Este año se cumplen diez años del encallamiento del buque norcoreano Mu Du Bong en las costas de Veracruz, un evento que marcó las relaciones entre México y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) o mejor conocida como Corea del Norte. Este incidente no solo generó tensiones diplomáticas, sino que también desafió a México en su papel como miembro de las Naciones Unidas, obligándolo a equilibrar sus responsabilidades internacionales con la urgente necesidad de reparar los daños ambientales en una zona protegida. Desde su encallamiento el 14 de julio de 2014, el Mu Du Bong se convirtió en un símbolo de un conflicto que entrelazó aspectos legales, ambientales y políticos, ya que las autoridades mexicanas retuvieron el buque por su conexión con una empresa norcoreana sancionada por actividades relacionadas con armas. De este modo, se hizo evidente la complejidad de la diplomacia contemporánea mexicana, que enfrentó el desafío de abordar los daños al medio ambiente mientras gestionaba las demandas de Corea del Norte, que acusó al país de retener ilegalmente el buque.

Fuente: Segundo a segundo.com

El barco de carga norcoreano Mu Du Bong zarpó del puerto de La Habana, Cuba, con dirección a Tuxpan, Veracruz, México. Cerca de la costa mexicana, la nave colisionó y encalló. A partir de ese momento, el buque carguero experimentó una travesía trágica y azarosa al encallar en el sistema arrecifal Lobos-Tuxpan, una zona natural protegida. Este incidente provocó daños significativos en un área de 3,662 metros cuadrados y afectó a 250 colonias de corales, incluida la especie en riesgo Acropora palmata, protegida por la NOM-059-SEMARNAT-2010. La Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), se encargaron de evaluar y supervisar la magnitud de los daños destacando la importancia del arrecife en los procesos ecológicos de la región. A raíz de este incidente, la PROFEPA presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público Federal contra el capitán O Chun-il y la empresa propietaria del barco por el daño ambiental causado. Se exigió una fianza de 10 millones 80 mil pesos para garantizar la reparación del área afectada, monto que fue cubierto en su totalidad el 3 de diciembre de 2014[i].

Los daños ambientales abrieron la caja de Pandora del Mu Du Bong y su tripulación de 33 marinos, ya que a pocos días de que el buque llegara al puerto de Tuxpan, Veracruz, el 28 de julio del mismo año, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CS-ONU) incluyó a la compañía Ocean Maritime Management Company, Limited (OMM) en la lista de empresas norcoreanas sancionadas. Estas sanciones son de carácter selectivo y están diseñadas para limitar las actividades del régimen norcoreano en el escenario internacional. Según el Consejo de Seguridad, la inclusión de la OMM en la lista de sanciones se debió a su contribución a actividades prohibidas bajo el régimen de sanciones internacionales, específicamente el embargo de armas establecido por la Resolución 1718 (2006), la cual fue adoptada tras el primer ensayo nuclear de Corea del Norte (2006) y prohíbe la transferencia de armas y equipos militares, así como la provisión de materiales que pudieran fortalecer los programas nucleares o de misiles del país. Posteriormente, la Resolución 1874 (2009) amplió estas prohibiciones, incluyendo la inspección obligatoria de cargas sospechosas y la prohibición del suministro de armas ligeras y pequeñas.

La inclusión de la OMM en la lista negra del CS-ONU se debe a su rol como operadora del buque Chong Chon Gang, interceptado en julio de 2013 en Panamá con un cargamento oculto de armas provenientes de Cuba, destinado a la RPDC. Este hecho violó las resoluciones 2087 y 2094, que establecen la congelación de activos y restricciones de viaje para entidades que suministren armamento a Corea del Norte, lo que provocó un endurecimiento de las sanciones internacionales. La falta de cobertura por parte de una aseguradora internacional fue inicialmente el impedimento para su liberación inmediata, aunque el representante de la compañía propietaria cubrió los gastos oportunamente. En paralelo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió un reporte que, al igual que Naciones Unidas, adjudicaba el barco a la propiedad de la OMM. En consecuencia, el gobierno mexicano detuvo indefinidamente el Mu Du Bong y su tripulación de 33 personas[ii].

Entre el 17 y el 19 de septiembre de 2014, una comisión del Panel de Expertos visitó la embarcación. De acuerdo con el reporte de este panel, aunque la embarcación era subsidiaria de la OMM, no figuraba como propiedad directa de dicha compañía. Esta confusión se debe a que en el gremio marítimo internacional es común que haya diferencias entre el propietario, el operador y el representante de un buque. Esto puede llevar a situaciones donde el pabellón exhibido no corresponde a la empresa que realmente posee la embarcación[iii]. Por lo tanto, el Panel de Expertos no pudo corroborar de manera definitiva que la OMM fuera la propietaria del carguero, lo que puso en entredicho la legalidad de su detención por parte de las autoridades mexicanas[iv]. En su informe S/2015/131, el Panel también indicó que 12 de los 14 buques asociados con la OMM habían estado en puertos extranjeros, lo que complicaba aún más la determinación de su propiedad. La falta de documentación clara sobre la propiedad del Mu Du Bong generó incertidumbre en la aplicación de las sanciones, ya que el sistema de propiedad marítima a menudo permite el uso de empresas fantasma para ocultar vínculos con actividades ilícitas.

En paralelo al proceso de revisión y análisis del caso por parte de Naciones Unidas, los 33 marineros seguían en territorio nacional, en espera de que la embarcación fuese liberada. En el marco de las Naciones Unidas, el representante de la delegación de la RPDC ante dicho organismo, An Myong-hun, mencionó que su gobierno utilizaría cualquier medio para que su buque fuera liberado y pudiera llegar a su territorio[v]. De acuerdo con el delegado, no había razones ni fundamentos para detener a la embarcación en el contexto de la ley internacional o la ley nacional de México, ya que el Mu Du Bong era una embarcación mercante, ajena a la empresa sancionada OMM y no transportaba cargamentos prohibidos por la ley o regulaciones internacionales. Además, las compensaciones por los daños ambientales del encallamiento ya habían sido pagadas íntegramente a las autoridades mexicanas, por lo que señalaba que la detención del buque era una violación flagrante de la soberanía de Corea del Norte[vi]. Ante esta situación, el gobierno norcoreano intensificó sus esfuerzos diplomáticos por lo que buscó apoyo en otros países y organismos internacionales para presionar a México y conseguir la liberación del Mu Du Bong, pero no tuvo éxito.

Las autoridades mexicanas del puerto señalaron que la difícil situación de los marineros y las pérdidas económicas, que superaron los 273 millones de pesos (casi 15 millones de dólares) debido a la inactividad del buque, podrían haberse evitado si los armadores del Mu Du Bong hubieran provisto una carta de navegación actualizada. Aunque se había comunicado que los marineros serían hospedados en un hotel, las autoridades confirmaron que, en realidad, permanecieron a bordo de la embarcación. Para abril de 2015, la estadía legal de la tripulación estaba a punto de expirar, por lo que se solicitó una visa humanitaria ante el Instituto Nacional de Migración (INM) para permitirles continuar al frente del buque. Sin embargo, el 9 de abril, dos grupos de diez marineros fueron trasladados a la Ciudad de México y, posteriormente, repatriados por vía aérea a su país. Finalmente, el 14 de julio de 2015, el grupo restante de 13 personas fue repatriado a Corea del Norte, dejando la embarcación sin tripulación[vii].

El 14 de abril de 2016, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó la declaratoria de abandono de la embarcación norcoreana Mu Du Bong, la cual pasaría al Gobierno Mexicano para su transferencia al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, donde se llevaría a cabo su destrucción. Esta medida se justificó para prevenir riesgos tanto para la embarcación como para otras, así como para las instalaciones portuarias y los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que atraviesan el río Tuxpan. Se argumentó que, a pesar de los ofrecimientos del Gobierno Federal, la empresa propietaria de la nave no había presentado una declaración certificada que asumiera su responsabilidad administrativa y de mantenimiento, ni había tomado medidas para el desguace del buque. Además, se destacó que el mantenimiento indefinido del Mu Du Bong resultaría incosteable para el Gobierno de México. Así, el 18 de octubre de ese año, se iniciaron los trabajos de desguace de la embarcación, cuyo costo de construcción fue de aproximadamente 60 millones de dólares y que, en el transcurso de dos años, había generado una considerable contaminación debido a su oxidación.

Este incidente muestra una serie de problemas ambientales, legales y diplomáticos. La colisión y el posterior encallamiento del buque en una zona protegida causaron daños considerables al ecosistema. Las sanciones impuestas por el CS-ONU a la empresa propietaria OMM, se basaron en su historial de actividades relacionadas con el régimen norcoreano, aunque la confusión sobre la propiedad del Mu Du Bong plantea dudas sobre la legalidad de su detención. La reacción de Corea del Norte, que argumentó la falta de fundamentos legales para la retención del Mu Du Bong, subraya las tensiones en la interpretación del derecho internacional en este contexto. Además, la situación de la tripulación, que vivió momentos difíciles durante su tiempo en México, pone de manifiesto el impacto humano de estas decisiones tomadas en el ámbito internacional.

Para profundizar en este tema, se recomienda consultar:

• Eduardo Luciano Tadeo Hernández, “La República Popular Democrática de Corea: la división nacional, la formación de la comunidad imaginada y las relaciones exteriores del régimen,” en Historia de Corea: De Dangun a Chaebol, coords. María del Carmen Hernández Cueto y Armando Francisco Azúa García (México: Centro de Investigación en Estudios Coreanos de la Universidad Autónoma de Nayarit, 2024), 173-193.
• Cintli A. Cárdenas Barajas y Jorge Raúl Suárez Campero, “Las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU en el proceso de paz de la península coreana,” en Setenta años de la guerra de Corea: el armisticio y las complejidades geopolíticas de un conflicto inconcluso, eds. Juan Felipe López Aymes y Alfredo Romero Castilla (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias – UNAM, 2024), 165-189.

 

*Cintli A. Cárdenas Barajas es Maestra en Estudios Coreanos y Licenciada en Relaciones Internacionales con estudios de doctorado en Ciencias Sociales. Es docente en la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Miembro del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC).

*Edith Yazmin Montes Incin es estudiante de maestría en Estudios Coreanos, Maestra en Administración Pública y Licenciada en Relaciones Internacionales. Miembro del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos (CMEC).